Juanma Bravo controla el balón ante la oposición de Palencia foto: AD Alcorcón)

El derbi vecinal de este miércoles entre Alcorcón y Leganés resultó frenético a nivel ofensivo y todo un espectáculo para los espectadores, pero ‘retrató’ también el vulnerable dispositivo defensivo de unos y otros. Nadie podrá discutirles la ambición que pusieron en pos de la victoria, pero debieron conformarse con un empate (3-3) que sirve de escaso consuelo para aliviar sus respectivas penurias clasificatorias.

El partido tuvo vértigo prácticamente de principio y ya de salida se desataron las hostilidades con un penalti de Doukouré sobre Lucho Vega, señalado a instancias del VAR tras varios minutos de espera, que transformaba Juan Hernández en el primer gol del encuentro para el Alcorcón. Pudo hacer incluso el segundo Juanma Bravo para los alfareros poco después, pero Iván Villar lo impidió y la réplica del Leganés resultó letal porque Bárcenas exprimió a conciencia un desatino de David Fernández para devolver las tablas (22′).

El empate sirvió de lanzadera para el conjunto pepinero, que metió una marcha más y empezó a poner seriamente a prueba al siempre fiable Dani Jiménez, aunque fueron los de Romero los que aprovecharon otro resquicio en la zaga visitante para que Asier Córdoba filtrase un centro que Juanma Bravo convirtió en el segundo de la noche para su equipo (38′).

Pero no se amilanó el ‘Lega’, que liderado por la batuta de Shibasaki en labores organizativas encontró numerosas vías para asaltar el área local. Aparecieron entonces las prodigiosas intervenciones del guardameta alcorconero en cada jornada para sacar los remates de Vico y Arnáiz, pero no pudo con la internada de Javi Hernández, que le superó desde cerca en el 41′ para restablecer la igualada (2-2). Y aún hubo tiempo antes del descanso para que Jiménez apareciera de nuevo para interponerse en una semichilena a bocajarro de Sergio González que desvió de manera inverosímil lo justo para que se estrellara en el larguero.

MENOS VÉRTIGO TRAS EL DESCANSO

Menos vistoso quizá que el primer acto, el segundo amaneció menos vertiginoso, si bien el Leganés seguía llevando la iniciativa. Después de varios amagos sin resultado, una incursión de Bárcenas por el costado derecho derivó en un centro que Arnáiz cabeceó desde cerca y sin oposición para poner por primera vez a su equipo por delante (63′) y dar un golpe casi definitivo al duelo, más que nada porque el Alcorcón no ofrecía a esas alturas argumentos que anunciasen su reacción.

Sin embargo, la entrada en escena de Hugo Fraile resultaría providencial para la suerte del choque. Con poca participación en los últimos tiempos, su calidad la sigue llevando de serie y en el 77′ soltó un trallazo de los suyos desde el borde del área que resultó inaccesible para Villar y que puso el 3-3 definitivo, ya que en el último suspiro Dani Jiménez atajaba como buenamente podía un remate a bocajarro de Borja Garcés y permitía a su equipo mantener el empate a buen recaudo.