Si Francia se ha caracterizado por ser un país revolucionario (al menos en tiempos), en la defensa de sus derechos conquistados frente a quien trata de pisotearlos o imponer su criterio por la fuerza, los alumnos de su idioma no iban a ser menos. Al menos, los de la Escuela Oficial de Idiomas de Leganés.

Fue a principios de junio cuando iniciaron una recogida de firmas contra la decisión de la Comunidad de Madrid, de retirar las clases presenciales a los estudiantes de galo nivel (B2 y C2) en Leganés. El Gobierno regional justificaba esta decisión de acuerdo a “adaptarlos a la demanda actual”.  Y en este tiempo ya llevan recogidas casi 30.000 firmas y subiendo, en la plataforma digital Change.org.

«Van poco a poco, lentamente y sin levantar sospechas, mermando una formación reglada a la misma altura de la Educación Infantil, la Educación Primaria, la ESO, Bachillerato y la formación Universitaria, no nos olvidemos», expone Elena, estudiante de francés e inglés en Leganés y precursora de esta iniciativa.

Cuenta con el apoyo de otros alumnos y el profesorado, considerando que aún hay tiempo de revertir este recorte en la ciudad pues, de no hacerse, estarían abocados a estudiar de forma telemática o desplazarse a otras localidades del entorno, como Fuenlabrada o Alcorcón, donde sí se mantiene la presencialidad.

PLENO DE LEGANÉS

El conflicto ha cogido la trascendencia necesaria, como para que el Pleno ordinario de este jueves debata una moción del PSOE de Leganés, instando a la Comunidad a recuperar las clases presenciales en francés. “Los socialistas de Leganés creemos que esta medida representa un recorte injustificado que afectará a la formación de nuestros vecinos y que supone un ataque a la igualdad de oportunidades”, expone Laura Oliva, portavoz del PSOE.

También abordarán la eliminación del Bachillerato nocturno en el IES José de Churriguera de Leganés. “El título de Bachiller no es sólo un requisito obligatorio para acceder a estudios superiores, ya sean tanto grados universitarios como certificados de profesionalidad nivel III, sino que también aumenta las expectativas de mejora en el ámbito profesional”, añade Oliva, que recuerda que esta modalidad “está orientada a personas adultas que no pueden asistir al centro en el horario lectivo habitual por cuestiones laborales u otras circunstancias personales, además de facilitar la vuelta al sistema educativo a personas que se vieron obligadas a abandonar sus estudios”.

Por todo ello, considera que “este recorte representa un ataque a la igualdad de oportunidades. Nos dice que si puedes pagarlo podrás ir a un centro privado o estudiar en otro municipio, pero si no puedes, deberás olvidarte de acceder a idiomas presenciales o a la formación de Bachillerato nocturno”, considerando que “es solo el principio de lo que le espera a nuestra ciudad con Ayuso en el Gobierno y con PP y ULEG en el Ayuntamiento.