Isabel Díaz Ayuso (Foto: Comunidad de Madrid)

El 1 de diciembre de 2020 ya es historia de la Comunidad de Madrid. En medio de la mayor pandemia que ha sufrido en años el mundo y España, el Gobierno regional presidido por Isabel Díaz Ayuso ha inaugurado el primer hospital público de pandemias, el Enfermera Isabel Zendal, que no solo prestará servicio a los madrileños, sino a todos los españoles.

Todo un golpe de efecto de la presidenta regional, que este martes definía el centro hospitalario como “un pulmón asistencial” frente a emergencias, y “bomba de oxígeno para los profesionales” sanitarios.

Construido en tiempo récord (han participado hasta 635 empresas en su edificación), hablamos de un recinto hospitalario de 80.000 metros cuadrados, de lado a lado la fachada tiene un kilómetro de longitud, con tres pabellones de hospitalización de 10.500 metros cuadrados cada uno, con mil camas. Además, contará con la UCI más avanzada de Madrid y equipado con respiradores de última generación, con TAC, equipos de rayos y con ecografía.

Como ya avanzó en una entrevista en Al Cabo de la Calle, el consejero de Sanidad Enrique Ruiz Escudero, y volvía a recalcar este martes, el Isabel Zendal no sigue el concepto de hospital tradicional, sino que es un hospital de apoyo a toda la red. Así, según explicaba la Consejería de Sanidad este mismo lunes, en los próximos días, el centro empezará a recibir a los primeros pacientes de coronavirus.

CRÍTICAS Y PROTESTAS

Además del consejero y la propia Ayuso, al acto acudió el líder del PP, Pablo Casado, además de dirigentes de Ciudadnos y VOX, junto al alcalde de Madrid, José Luiz Martínez-Almeida. No asistieron y pese a estar invitados, miembros del resto de partidos (PSOE, Podemos, Más Madrid), así como el ministro de Sanidad, Salvador Illa, que declinó la invitación de la presidenta.

Sí acudieron, en cambio, sindicalistas y colectivos de enfermería, prácticamente un centenar de personas, que pidieron la dimisión de Ayuso. Sincatos como Amyts, CSIF, SummAT, SATSE, o Sanitarios Necesarios, sostenían que esta obra es “innecesaria”, al mismo tiempo que pedían un refuerzo para la Atención Primaria y la apertura de UCIs de otros hospitales, que según ellos “están cerradas”.

La presidenta regional encontró apoyo en vecinos de Valdebebas, donde está ubicado el hospital, que sin estar organizados, se concentraron también para aplaudir la nueva edificación de la sanidad pública madrileña.