La presidenta de la Comunidad de Madrid ha pedido a la gente que quiera cambio de Gobierno el 23 de julio, «que no se confíe» y acuda a votar el domingo, poniendo como ejemplo a Alcorcón, donde los populares se quedaron a 42 votos de poder formar equipo con VOX.

«Pido a la gente es que no se confíe. Alcorcón se perdió por 42 votos y Alcorcón es una de las ciudades más grandes de España», ha dicho en una entrevista en Es Radio, donde ha incidido en que «por 42 votos sería terrible que, a última hora, después de que tantos ciudadanos de izquierda a derecha, hartos del sanchismo, teniendo la oportunidad de cambiar las cosas, uno por una historia, otros por otra, no hiciéramos nuestro trabajo. Porque actualmente la urna está vacía, hoy en las urnas no hay un solo voto».

Ayuso cree que, a pasar de que «maquinaria gubernamental es tan poderosa», la sociedad española «la que no vocifera, la que no está con la pancarta todos los días», dejó de «creer» en Pedro Sánchez.

No obstante, la dirigente madrileña insiste en que «ahora no nos podemos relajar, tenemos que trabajar porque es cierto que siempre te genera cierta inquietud ver algunas declaraciones de algunos líderes socialistas Pero creo que el problema va a estar el lunes y ya no solo en la herencia millonaria, también con las leyes sectarias, el haber llenado todas las instituciones de activistas políticos. O lo que decía el presidente Feijóo: mentiras, manipulación y autoritarismo».

SE DESCARTA COMO VICEPRESIDENTA

Ayuso, por otro lado, se ha descartado este viernes como una hipotética vicepresidenta de un Gobierno liderado por Feijóo. «Estoy al servicio de España desde Madrid, lo tengo muy claro y, como quien dice, soy una recién llegada. Me parece que es una tarea fundamental, pero es que no es la mía. La mía es estar en Madrid, al servicio de España desde Madrid», ha dicho.

Ayuso ha defendido que, aunque «aceptará lo que le pidan», entiende que los madrileños le acaban de elegir en las urnas el pasado 28 de mayo con una mayoría absoluta, que en el PP no son «amigos de las crisis institucionales» y que está «tranquila en Madrid, en la retaguardia».