Apenas restan ya cuatro jornadas para el final de la competición y al Getafe le va a tocar dirimir una lucha sin cuartel por la permanencia en la que hay nada menos que siete equipos implicados, desde el Celta (13º con 39 puntos) hasta el Espanyol (19º con 31). El colectivo azulón, que marcha 18º con 34 puntos -a sólo uno de la frontera de la salvación- lleva casi toda la temporada transitando por la zona ‘roja’, pero es ahora cuando de verdad se ha quedado sin margen para el error.

Y el reto más inmediato para los de Bordalás consiste en conquistar los tres puntos que se ventilan este sábado (18:30 horas) en el Coliseum frente al Elche, colista de la categoría y descendido hace ya varias jornadas.

La trascendencia del duelo es enorme y el propio Bordalás reconocía a la conclusión del partido del pasado fin de semana ante el Real Madrid que “es una final, sin duda. Todos los partidos son finales, pero lo inmediato es el próximo sábado contra el Elche”, indicaba antes de apuntar que los jugadores “son conscientes de lo que nos jugamos. Ya no hay tiempo para conceder más. El sábado es ganar o ganar y así lo sabemos todos”.

Sin embargo, y pese al presunto favoritismo con el que se encara este compromiso, en el plantel azulón recelan de la condición de colista de un Elche que viene de ganar nada menos que al Atlético de Madrid y de sumar dos triunfos en los tres últimos compromisos, unos datos lo suficientemente elocuentes como para no fiarse un pelo del último clasificado.

En cualquier caso, las buenas noticias en el bando getafense tienen que ver con el regreso al equipo de Enes Unal y de Damián Suárez una vez cumplida su sanción.