Agentes de Policía Nacional han intervenido un total de 620 kilos de cocaína en una operación que se ha saldado con 38 detenciones y 37 registros en las provincias de Jaén, Toledo, Ciudad Real y Albacete, así como en la Comunidad de Madrid.
La operación ‘Ramo’, cuyas investigaciones se remontan a febrero de 2022, ha permitido la desarticulación de esta banda criminal que traía la droga oculta en el cartonaje de cajas de fruta procedentes de América latina, cuyo país de origen está todavía por determinar, según han explicado los responsables del operativo en una rueda de prensa ofrecida este miércoles en la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
Los arrestados conformaban una organización criminal perfectamente estructurada y jerarquizada cuyas operaciones se han desmantelado toda su cadena de distribución. Éstos introducían la sustancia estupefaciente en la península para su posterior distribución. Contaban con un líder facilitador de la droga a un grupo afincado en la provincia de Toledo y otro responsable de la recepción y distribución a las provincias de Ciudad Real, Jaén y Albacete a través de vehículos ‘caleteados’. Esta distribución se hacía fuera de Madrid para evitar llamar la atención de los agentes.
Además, los destinatarios de la droga en las provincias se valían de menores de edad y personas vulnerables para su ocultación y distribución. La sustancia, el dinero en efectivo y el material intervenido fueron localizados en domicilios de varias provincias españolas, en dos naves industriales y en turismos que contaban con dobles fondos. Se realizaron 37 registros y se intervinieron 35 vehículos de alta gama y más de 360.000 euros en efectivo.
De los 38 detenidos, sus principales responsables, siete, han ingresado en prisión por la presunta comisión de los delitos de pertenencia a grupo criminal y de tráfico de drogas, y junto a la mercancía intervenida –cuyo importe en dosis podría alcanzar los 160 millones de euros–, también se han embargado preventivamente bienes como vehículos e inmuebles por valor de 1,5 millones.
A los bienes intervenidos se suman 360.000 euros en efectivo, así como tres armas de fuego, tal como han explicado los investigadores jefes de los grupos XV y XX –encargados de la lucha contra el tráfico de estupefacientes y el blanqueo de dinero respectivamente– de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid.
EL MAYOR ALIJO EN MADRID DESDE 2019
Se trata del mayor alijo de droga llevado a cabo en Madrid desde 2019 y junto a la capital y la mayor parte de la cocaína intervenida se encontró oculta en dobles fondos de vehículos, naves industriales y domicilios dentro de paquetes de unos 300 gramos cada uno que originalmente viajaban camuflados en los cartonajes de fruta.
El alijo se ha llevado a cabo en distintos lugares debido a que, según los mismos mandos policiales, los responsables de la organización repartían la mercancía como medida de seguridad para evitar incautaciones y asaltos de posibles bandas rivales.
La investigación se inició en febrero del pasado año junto con el Juzgado de Instrucción número uno de Orgaz (Toledo), cuando los agentes tuvieron constancia de la existencia de un grupo criminal afincado en una localidad toledana, el cual se dedicaba a la distribución de sustancia estupefaciente, principalmente cocaína a las provincias de Ciudad Real, Jaén y Albacete.
En una investigación conjunta con las diferentes provincias y coordinada por el Fiscal Antidroga de Toledo, los agentes identificaron a los cabecillas. Se trataba de un matrimonio que utilizaba a un conductor, persona de confianza del cabecilla, para realizar viajes relámpago y de madrugada a las mencionadas provincias con la única finalidad de entregar la droga a clanes que controlaban su venta en las barriadas de sus localidades.
En una primera fase de la investigación, los agentes se centraron en identificar a los suministradores del grupo de Toledo, provincia en la que se inició el operativo, tras lo que se comprobó que el grupo estaba establecido en distintos puntos de Madrid y en las localidades de Fuenlabrada y Getafe. Almacenaban la droga en domicilios, una nave industrial y un camión frigorífico que utilizaban también para su ocultación.
Continuando con las investigaciones del grupo suministrador, los agentes descubrieron que el principal responsable introdujo sustancia estupefaciente en dos vehículos que fueron interceptados con 35 y 19 kilogramos de cocaína en el interior de habitáculos ocultos.
ENTRADAS Y REGISTROS EN NOVIEMBRE
Una vez localizados a todos los suministradores, el pasado mes de noviembre los agentes realizaron siete entradas y registros donde se intervino más de media tonelada de cocaína preparada en finas láminas que habían sido introducidas en cajas de cartón destinadas al transporte de fruta. También se incautó cerca de 65.000 euros y se desmanteló un laboratorio de extracción de droga donde cuatro individuos fueron detenidos como presuntos autores de un delito de tráfico de drogas.
Tras laboriosas actuaciones en conjunto con las provincias de Ciudad Real, Albacete y Jaén, los investigadores identificaron a todos los integrantes del grupo criminal dedicado a la distribución de la sustancia estupefaciente cuyo origen sería una localidad toledana.
El 13 de diciembre del pasado año en un dispositivo a gran escala, se realizaron un total de 30 entradas y registros tanto en esta localidad como en Albacete, Ciudad Real y Jaén, con 34 detenciones de responsables entre los que se encontraba el principal investigado. Se intervinieron alrededor de 300.000 euros, unos 65 kilos de cocaína, siete de MDMA (éxtasis), así como marihuana y un arma de fuego.
Fruto de esta investigación se detectaron numerosos inmuebles y vehículos que se encontraban a nombre de terceras personas o empresas de compraventa de vehículos pero que realmente eran controlados por el grupo criminal.
Los investigados disfrutaban de un elevado nivel de vida y tenían en su poder grandes cantidades de dinero en efectivo que introducían en el cauce legal a través de diversas operaciones de compraventa de coches, inmuebles o préstamos.
Además, el grupo criminal utilizaba vehículos de lujo como medio de pago de la sustancia estupefaciente. Alertados por este desfase entre las adquisiciones de vehículos de alta gama y el supuesto nivel debida correspondiente a su actividad profesional declarada, los agentes realizaron el seguimiento de sus operaciones y consiguieron bloquear numerosas cuentas bancarias, así como al embargo preventivo de más de 30 inmuebles en las provincias de Toledo y Madrid, y de un total de 35 vehículos, todo ello por valor de más de un millón y medio de euros, tal como ha explicado la inspectora responsable del Grupo XX de Patrimonio y Blanqueo de la Brigada Provincial de Madrid.