La política española siempre ha sido un escaparate para los mejores tahúres del panorama nacional. Aprovechados, que juegan con la necesidad del respetable, con sus ilusiones, para sacar rédito personal. Los hay, claro está, que se dejan aprovechar. Otros lo hacen por convicción, como si de un equipo de fútbol se tratara, en vez de gestores.

En fin, que uno de los mayores tahúres que ha visto nuestra joven democracia ha sido y es el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mentiroso patológico. No pactaría con Podemos, porque no podría dormir tranquilo; tampoco con Bildu, y lo repetiría las veces que hiciera falta…

En su haber, dos estados de alarma inconstitucionales, dedicando exclusivamente uno particularmente a la Comunidad de Madrid. También, el acercamiento de todos los presos de ETA a cárceles del País Vasco, cumpliendo la vieja aspiración de los terroristas; traicionar la posición histórica de España con respecto al Sahara, cediendo ante Marruecos…

En materia económica, España es el país de la Unión Europea con mayor presión fiscal, bien que lo nota el bolsillo de los contribuyentes. No en vano, Hacienda bate récords en materia de recaudación. Y sí, el dinero público si tiene dueño, y no es precisamente el presidente del Gobierno y su cohorte de aduladores, ministros y asesores. Ya no se jacta de la Ley del solo sí es sí, que ha beneficiado a más de mil agresores sexuales a los que se les ha rebajado la pena, mientras más de cien han sido excarcelados, apoyándose en el PP para reformarla ahora.

Ahora pretende que los madrileños nos olvidemos de todas estas afrentas (y muchas que, a buen seguro, se quedan en el tintero, pues la hemeroteca es extensa) con promesas como la vivienda, un bien de primera necesidad. Así anunciaba que pondrá en el mercado casi 100.000 pisos de la SAREB y subiendo, conocido como ‘banco malo’, de los que en la Comunidad hay unos 2.709 inmuebles y solo cinco están en condiciones de ser habitados.

Particularmente en el Sur, en Alcorcón doce de los existentes están ocupados de forma ilegal; mientras que en otras ciudades (Fuenlabrada, Getafe, Valdemoro, Pinto o Leganés) están ubicados en zonas no tensionadas. Por otro lado, saca pecho de una Ley de Vivienda pactada con aquellos que en su día le quitaban el sueño pero que hoy deben cantarle nanas y a qué precio.

Ley que pone al pie de los caballos a los propietarios y que terminará perjudicando a colectivos vulnerables. Dirán que esto no sucederá, pero también la ‘Ley del solo sí es sí’ no iba a beneficiar a los agresores sexuales y en esas andamos a día de hoy.

Estos brindis al sol del presidente del Gobierno, aplaudidos por los distintos alcaldes del PSOE de la zona, son una tomadura de pelo hacia los madrileños. Los mismos que el 28 de mayo tenemos una oportunidad perfecta para decir alto y claro qué opinamos de los tahúres.