Prisión Permanente Revisable

Nuevo mazazo para la sociedad española. La aparición del cadáver del pequeño Gabriel en el maletero de la novia del padre ha vuelto a remover conciencias y a traer al candelero informativo el debate sobre la Prisión Permanente Revisable y su intento de derogación por la suma Parlamentaria de Podemos, PSOE y PNV. Más si cabe cuando este jueves volverá a debatirse sobre ella en el Congreso.

Estos grupos, una parte importantísima de la izquierda española más los nacionalistas vascos, o lo que es lo mismo, la extrema derecha vasca, argumenta la derogación de la Prisión Permanente Revisable en aquel maniqueísmo de “no se puede legislar en caliente”. Eso y una vergonzosa alusión a los derechos humanos. Como si las cárceles españoles fueran los gulags soviéticos, los campos nazis o prisiones de un régimen como el de Venezuela que tanto gusta en Podemos.

Y decimos vergonzosa utilización de los derechos humanos porque estos grupos -recuerden, PSOE, Podemos y PNV- se olvidan por acción u omisión del doble significado que tiene la cárcel como castigo punitivo en un Estado de Derecho como es España. Por su puesto la prisión, y así lo contempla nuestra legislación y la propia Constitución en su artículo 25, tiene el fundamento y objetivo de ser el vehículo para la reeducación y reinserción social del preso o presa de turno. Esa es la vertiente legal e incluso social de la pena privativa de libertad. Hacia ese camino esta orientada la prisión y desde luego que es el fin último e inmediato de la medida.

La Prisión Permanente Revisable se encuentra en otros ordenamientos jurídicos europeos como el francés, alemán o los países escandinavos

Pero la pena de cárcel tiene otro camino que a menudo y torticeramente se olvida desde estos sectores y partidos -ya saben, Podemos, PSOE y PNV. Y ese trayecto punitivo y de castigo es el de tratar de aliviar -al menos en parte- a la familia de la víctima. Ayudarle en la aflicción del momento, puesto que la reparación absoluta es imposible. Dicho de otra manera, una forma que tiene el sistema de decirles que los culpables de ese crimen execrable son castigados con algo tan sagrado como la privación de la libertad.

La Prisión Permanente Revisable se encuentra en otros ordenamientos jurídicos europeos como el francés, el alemán, el italiano y los países escandinavos. ¿Acaso estas naciones son menos democráticas que España por contemplar en sus ordenamientos la Prisión Permanente Revisable? Desde luego que no. Así que cabe preguntarse otra vez: ¿qué oscuro placer mueve en estas formaciones para que el sistema jurídico español no sea como el de sus vecinos europeos? ¿Acaso a Podemos, PSOE y PNV les preocupa más el asesino de turno que la víctima? Sería bueno aclarar este punto porque más de uno y una se llevarían una sorpresa.

Porque no hay que olvidar que el PSOE es el responsable de la derogación de la Doctrina Parot y el cumplimiento íntegro de las penas en España, después de que el nefasto Zapatero colocara en Bruselas al juez López Guerra, ponente de la teoría a favor de la derogación de la doctrina. Lo que llevó a que asesinos en serie, etarras y calaña similar saliera a la calle hace apenas unos años. Las mismas alimañas, como ‘El Chicle’ que se jactan de salir en siete años. Sabandijas que, por desgracia, preocupan más a Podemos, PSOE y PNV.