Aranitovic y Macoha se saludan durante el partido (foto: Baloncesto Fuenlabrada)

Ha tenido que ser a la quinta, pero la primera victoria del Baloncesto Fuenlabrada en el Fernando Martín ya es una realidad. Los de Toni Ten se quitaron al fin esa pesada ‘mochila’ que venían soportando en casa y se dieron este miércoles un auténtico festín frente a Cáceres, que arrancó bien el partido pero poco a poco fue desmoronándose conforme los locales iban ensanchando su renta en el electrónico hasta el 94-67 final.

Y eso que el primer cuarto se saldó con triunfo parcial para los extremeños (17-20) y cierto desasosiego en la grada, que veía repetirse la historia de anteriores compromisos. Sin embargo, los de Toni Ten firmaron un sensacional segundo cuarto, con una asfixiante defensa que dejó a su rival en 9 puntos y una buena selección de tiro para marcharse al descanso con una renta considerable 42-29.

Luego llegó un tercer cuarto tremendamente equilibrado (67-52), pero el ‘Fuenla’ volvió a mostrar su mejor versión en el inicio del último parcial y un parcial de 13-4 de salida dejaría las cosas definitivamente vistas para sentencia (80-56). Con todo decidido, la afición pudo al fin disfrutar de un plácido final del partido y asistir al estreno de Guillem Lozano con el primer equipo.

Dentro del buen tono general del equipo, cabe destacar la estelar actuación de Rodijs Macoha, que con 17 puntos y 13 rebotes completó su mejor partido con el conjunto fuenlabreño, bien secundado en tareas anotadoras por Aranitovic (23 puntos) y Mc Grew (20).

TONI TEN: «ESPERO QUE SEA EL PUNTO DE PARTIDA»

Al término del encuentro, que deja al Fuenlabrada 13º en la tabla con 3 victorias y 7 derrotas, Toni Ten admitía estar «muy contento» y confiaba en que «este sea el punto de partida para jugar al nivel que este equipo puede jugar, que es mucho más alto de lo demostrado hasta ahora».

El técnico de los fuenlabreños consideraba que «ha habido jugadores que han sentido una liberación especial» y deseaba que tras este primer triunfo en casa «nos quitemos la mochila que llevábamos encima y seamos lo mejores que podamos ser».