Un Ayuntamiento de Alcorcón abarrotado. La plana mayor del Gobierno de PSOE y Podemos, junto a sindicatos y afines, va hacer un anuncio que cambiará la legislatura. Se cita también a la prensa y como se dice en el gremio: ¡Paren rotativas! Vienen las especulaciones y al final se hace realidad: una parte del CREAA se va a las manos de Irene Montero y su Ministerio de Igualdad, por la nada desdeñable cifra de 32 millones de euros. Eso sí, el proyecto estará listo a finales de 2023, pasadas las municipales, no seamos mal pensados.

Del boato y la pomposidad del acto pasamos a la propaganda. La maquinaria engrasada empieza a funcionar. Podemos envía hasta panfletos colgándose la medalla. Se adelanta al PSOE, padre político de la criatura, y también del CREAA, que de llegar a buen puerto la financiación europea, se habrá comido ya más de 130 millones de euros públicos, que se dice pronto. Curiosamente casi la misma cantidad que su ‘Sanchidad’ ha sacado de nuestros bolsillos para dárselos a Bill Gates y continuar así con sus delirios de grandeza.

Los mismos de un Gobienro, el de Alcorcón, que ya mira a las elecciones de 2023. Aunque dijeran en la presentación que queda legislatura (en tiempos, es cierto) la dan por amortizada y empiezan los fastuosos anuncios, promesas y demás onomásticas con los que engañar al personal y asegurarse otros cuatro años manejando dinero público, más a la siniestra que a la diestra.

El Gobierno de Alcorcón mira ya a las elecciones de 2023. Aunque dijeran que queda legislatura (en tiempos, sí) la dan por amortizada y empiezan los fastuosos anuncios y promesas del CREEA, pero permítannos dudar de esta magnificencia

Pero permítannos sus señorías alfareras que dudemos de toda esta magnificencia y hagamos memoria. Aquí hay para todos, ojo. ¿Cuántos anuncios van ya del CREEA? De circo a templo budista o espacio universitario y ahora un nuevo ‘juguete público’ en manos de Podemos, los que venían a asaltar los cielos y están hoy en ‘modo: ‘Virgencita que me quede como estoy’, que se vive muy a gusto a la sopa boba y disparando con pólvora del rey.

Éstos iban a ser implacables con la corrupción política y moral y ahí están del brazo de una alcaldesa condenada, precisamente por no querer recuperar el dinero de los vecinos de Alcorcón, sepultado en el CREAA. ¡Qué lo dice una sentencia! No esos fachas de extrema derecha, que están por todas partes. ¡Qué peligroso se está poniendo eso de pensar distinto al poder establecido!

En fin, que a ocho meses de los comicios locales, el Ejecutivo alcorconero se descuelga con esta ‘nueva inversión’ de dinero público en el CREAA. Lo adornan con grandes palabras y buenas intenciones, claro, para que siquiera dudar de su destino sea poco menos que un insulto y te metan en la cárcel. O peor aún: ¡A la hoguera! Pero la realidad es tozuda y más de diez años después, aparte de un despilfarro, el CREEA se resume en mucho ruido y pocas nueces.