Borja Mayoral conduce un balón durante el partido (foto: Getafe CF)

El Getafe ha dejado escapar este sábado una magnífica ocasión para ampliar de manera significativa su distancia con los puestos de descenso, entre otras cosas porque enfrente estaba el Cádiz, un rival directo a día de hoy en la lucha por mantener la categoría. Sin embargo, el colectivo azulón ha vuelto a pecar de falta de ambición y ni siquiera el arreón final le ha dado para sumar los tres puntos (0-0).

De salida, Quique ha tenido que darle una vuelta de tuerca a la zaga debido al aluvión de bajas en los laterales (Damián Suárez, Angileri y Amavi) y ha situado a Portu en el flanco diestro y a Juan Iglesias en el izquierdo. Ambos han cumplido con su cometido y la retaguardia ha mostrado su habitual fiabilidad.

El problema es que la victoria del pasado lunes ante el Elche, otro adversario directo, no se ha traducido en un Getafe más ambicioso, ni siquiera actuando delante de sus aficionados. Todo lo contrario. De hecho, en la primera mitad apenas cabe reseñar un cabezazo picado de Juan Iglesias que ha despejado sin mayores problemas la zaga cadista, mientras que por parte visitante los únicos sobresaltos los han protagonizado entre Bryan Ocampo y el Choco Lozano, aunque sin acierto final.

Lejos de dar un paso adelante tras el descanso, el Getafe ha seguido a lo suyo, bien resguardado atrás y con el freno de mano echado arriba. El Cádiz, poco a poco, se ha hecho con los mandos de la situación y el peligro ha empezado a cernirse sobre la portería local. Primero, en un buen control orientado de Rubén Sobrino, cuyo escorado golpeo lo ha sacado a una mano David Soria en una intervención de enorme mérito (69′).

CRÍTICAS DESDE LA GRADA

En las gradas del Coliseum se dejaba ya sentir la música de viento hacía la conservadora  actitud de los suyos y en el 82′ a punto ha estado de nuevo el Cádiz de abrir el marcador, esta vez por medio de Lucas Pérez. El gallego se ha encontrado un balón suelto en el balcón izquierdo del área y ha enganchado un zurdazo que ha llegado a tocar el larguero tras ser desviado de manera providencial por Soria.

El partido se consumía y la réplica azulona llegaba en una buena conexión entre dos de los cambios introducidos por Quique. Algobia centraba desde la izquierda y Latasa, entrando desde atrás, cabeceaba para que se luciese Ledesma, bien colocado (89′).

Y ya en tiempo añadido llegó el vértigo que le había faltado al duelo hasta entonces con un papel estelar del colegiado, Hernández Hernández, y su concatenación de expulsiones. La primera, en el 95′, de Gastón Álvarez -había entrado en sustitución del lesionado Djené- tras una revisión del VAR. La segunda, de Portu por doble amarilla en el 97′, justo antes de que Lucas Pérez enviase un libre directo rozando el larguero.

Pero aún quedaba más. El el 99′ el expulsado era el visitante Luis Hernández por una falta en las inmediaciones del área forastera y esa acción era el preámbulo de otro excelso lanzamiento de libre directo de Enes Unal, que esta vez envió el balón al palo echando el cierre a un partido sin apenas ‘chicha’ hasta los últimos diez minutos. Demasiado tarde como para hacerse acreedor a los tres puntos.