Sangre, sudor y lágrimas le ha costado al Barcelona abatir a un Getafe que ha estado más cerca que lejos de puntuar en el Camp Nou. Ni siquiera los goles de Griezmann y Sergi Roberto en el tramo final del primer acto han bastado para finiquitar el duelo, ya que el espectacular tanto de Ángel mediada la segunda mitad ha metido de lleno en el partido al conjunto azulón, que a punto ha estado de empatar en otra acción del delantero tinerfeño.

La puesta en escena del Getafe ha sido más que notable, ya que durante la primera media hora ha logrado reducir a la mínima expresión a su oponente, que salvo un intento de vaselina de Messi bien atajado por Soria ha mostrado un significativo colapso creativo sobre el terreno de juego. Los de Bordalás, en cambio, han jugado sus bazas con maestría y cada robo de balón se convertía en un verdadero quebradero de cabeza para la zaga azulgrana.

La primera ocasión visitante la ha protagonizado Molina, pero Umtiti se ha interpuesto en su remate a bocajarro. La segunda ha acabado en gol de Nyom, pero el colegiado lo ha anulado a instancias del VAR por falta previa del franco-camerunés. Y apenas unos instantes después Cucurella enviaba un remate cruzado a centímetros del palo.

El Getafe había perdonado, cosa que no iba a hacer el Barcelona, que en dos zarpazos de Griezmann (33′) y Sergi Roberto (39′) dejaba el duelo prácticamente visto para sentencia poco antes de la pausa.

Sin embargo, no es el Getafe de los que entregan las armas sin luchar. Bordalás ha echado mano de Kenedy y de Ángel y el tinerfeño ha vuelto a reivindicarse en el mejor escaparate posible. En el 66′ ha enganchado una espléndida volea que ha superado a Ter Stegen para establecer el 2-1. Y apenas cinco minutos después tocaba el balón a saque de una falta y se encontraba con una milagrosa intervención del cancerbero germano para evitar e tanto del empate.

Hasta el final ha mantenido su presión alta el Getafe, si bien su arrojo no le ha alcanzado para sumar en el Camp Nou. El Barça. que a punto ha estado de hacer el tercero en un envío de Messi cerca de la cruceta, se ha embolsado todo el premio en juego, pero el susto no se lo quita nadie.