Los Reyes de España han presidido la ceremonia de Estado en recuerdo de las víctimas del coronavirus en España. Un acto que sido de corta duración y ha tenido lugar en el Palacio Real, sin referencia al número concreto de los fallecidos y con la asistencia, también, del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

«Hemos contraído una obligación moral y un deber cívico», ha dicho el jefe del Estado. «La obligación moral de reconocer, respetar y recordar siempre la dignidad de los fallecidos y especialmente el espíritu de esa generación admirable de españoles; y el deber cívico de preservar e impulsar los mejores valores que fundamentan nuestra convivencia», ha afirmado.

Y ha añadido que esas obligaciones comprometen a todos los españoles. Por eso, los ha llamado a unir todo su esfuerzo y empeño «para poder mirar hacia el futuro con confianza y con esperanza» y a hacerlo «desde el respeto y el entendimiento».

El Rey ha finalizado con un mensaje de confianza en que España superará las dificultades. El monarca ha intervenido después de una ofrenda floral de todos los poderes del Estado ante un pebetero encendido en el plaza de la Armería de Madrid.

RECUERDO A LOS MAYORES «QUE CAMBIARON EL RUMBO DE NUESTRA HISTORIA»

A los familiares de los fallecidos, les ha transmitido su «profundo pesar y consuelo más sincero», un dolor que es compartido, ha asegurado. Y ha tenido palabras especialmente para los más mayores, que han sido la mayoría de las víctimas y que han fallecido después de vidas de «trabajar duro para salir adelante y con una gran ilusión por alcanzar el progreso para sus hijos».

«Unas vidas que cambiaron el rumbo de nuestra historia, afirmaron la libertad y la tolerancia y construyeron día a día el edificio de nuestra convivencia democrática. Unas vidas cuya vocación de concordia nos invita siempre a la reflexión serena y al agradecimiento», ha remarcado.

También ha recordado a quienes «tenían todo un futuro por delante» y han dejado «en sus familias un inmenso vacío en el alma, y una gran pena en toda la sociedad». El homenaje, ha reconocido, no puede paliar el dolor de las familias, pero sí «hacer justicia a su vida» y a su contribución a la sociedad.

Después, ha expresado «inmensa gratitud» a todos los que «han sostenido el pulso» del país en circunstancias difíciles, manteniendo la salud, la seguridad y los servicios esenciales, a todos los que han puesto su trabajo «al servicio del bien común» en una crisis que ha puesto a España «a prueba».