Foto: Getafe CF

Los más optimistas pensaban que la victoria en Cádiz de hace tres jornadas podía servir de lanzadera para el Getafe, pero no ha sido así. Ni mucho menos. La derrota de este sábado en el Coliseum ante el Valladolid ha hecho saltar de nuevo todas las alarmas porque la realidad es que el equipo azulón se está metiendo solito en un enorme atolladero. 15º en la tabla con un balance de 17 puntos en 16 partidos, podría incluso cerrar la jornada en descenso dependiendo de los resultados de Elche, Eibar y Valencia.

Y es que la derrota ante el Valladolid resultó traumática en todos los sentidos. No solo porque se tratase de un posible rival directo en la lucha por la permanencia -algo inimaginable a principios de curso- sino porque el equipo azulón evidenció una manifiesta impotencia ofensiva a lo largo y ancho del encuentro, algo que le viene ocurriendo con reiteración.

El partido se decidió en el minuto 36′, cuando Weissman aprovechó un centro de Kike Pérez desde la izquierda que desvió ligeramente Cabaco para superar a Yáñez con un remate desde el segundo palo.

Ni antes ni después del tanto pucelano dio sensación el Getafe de poder hincarle el diente a su adversario, que de hecho también dispuso de las mejores ocasiones tras el descanso en remates de Jota y Toni Villa. Por parte local, apenas reseñar un libre directo de Timor rozando el larguero ya en el tramo final del encuentro.

BORDALÁS: «ESTAMOS EN UNA SITUACIÓN DELICADA»

A la conclusión del partido, Bordalás no escondía que que «estamos en una situación delicada y ahora hay que estar más que nunca con el equipo e intentar superarlo. Ya dije que sería una temporada muy difícil e igualada y el equipo necesita aire fresco en la parcela ofensiva», decía el técnico azulón en clara alusión a la necesidad de refuerzos en este mercado de enero.