El ascenso a Superliga-2 ha supuesto una auténtica prueba de fuego para el Club Voleibol Pinto, que se ha visto abocado a dar un enorme paso adelante para hacer frente a las numerosas exigencias de toda índole que implica el salto a la segunda categoría del voleibol nacional. Para empezar, disponía hasta el pasado 22 de junio para cumplimentar su inscripción en Superliga-2 y lo hizo con tres días de antelación evitando así cualquier atisbo de incertidumbre.

Pero ahí no se acaban los requisitos burocráticos que debe gestionar la entidad pinteña. El pasado miércoles, por ejemplo, se recibió desde la Federación Española el cuestionario de homologación de las instalaciones en las que el equipo disputará sus partidos, en este caso el pabellón Príncipes de Asturias, y el club tendrá que verificar que el recinto cumple con todos los requisitos que exige la normativa federativa.

Según han explicado fuentes del Voleibol Pinto a Al Cabo de la Calle, en principio no existen dudas en lo que se refiere al cumplimiento de la práctica totalidad de los condicionantes que figuran en el cuestionario con la única excepción de la distancia existente en la parte lateral de la pista, ya que se pretende jugar en un tercio de la cancha del Príncipes de Asturias y posiblemente haya que llevar a cabo alguna pequeña modificación.

Con ese objetivo han mantenido varias reuniones con el Ayuntamiento, ya que la instalación es municipal, y además de este asunto se están tratando varios detalles más como la disponibilidad de una sala de pesas para los jugadores, la pintura de las líneas para delimitar la cancha, o la petición que se ha trasladado de disputar los partidos los sábados por la tarde.

También se ha hablado con el equipo de Gobierno del capítulo económico teniendo en cuenta que la nueva competición conlleva un considerable incremento de los gastos. No en vano, y aunque la cantidad puede variar en función del calendario, el presupuesto para el próximo curso podría rondar los 25.000 euros. El Ayuntamiento se ha comprometido a prestar apoyo en la medida de sus posibilidades, pero todavía no se ha concretado en cifras.