El Ayuntamiento de Fuenlabrada va a poner en marcha una experiencia piloto, a partir del 27 de noviembre, que consiste en recudir a un carril la circulación de vehículos, que quedará regulada por semáforos, que irán dando paso alternativamente a uno u otro sentido.

Esta prueba tiene como objetivo mejorar la accesibilidad peatonal ampliando el espacio destinado a viandantes bajo el paso del ferrocarril en la calle Móstoles, según cuentan desde el Consistorio.

De esta manera, podrá realizarse un estudio del impacto de la medida y, en caso de ser positivo, se procedería a ampliar la plataforma peatonal en dicho paso subterráneo. Esta experiencia también supondrá la modificación del sentido de circulación del tramo de la calle Pelayos, entre las calles Móstoles y Húmera.

Con esta medida, señala la concejala Ana María Pérez, responsable del Área de Desarrollo Sostenible de la Ciudad, “queremos fomentar y mejorar el tránsito peatonal de este punto tan importante para la ciudad que es utilizado por muchas personas en su día a día y que es objeto de eventos puntales que reúnen gran cantidad de público. Todo ello dentro del respeto al uso responsable del vehículo privado y a los intereses de las actividades económicas de la zona”.