La preocupación vecinal por la suciedad en Getafe se dispara. Durante los últimos días, las redes sociales han dado buena cuenta del hartazgo de los getafenses por la acumulación de basura en los contenedores, que con demasiada frecuencia se encuentran llenos y a rebosar de bolsas.

La imagen que se transmite de la ciudad a cuenta de estas incidencias no puede ser más negativa. Pero, más allá de esta circunstancia puramente estética, están los problemas de salubridad que se pueden derivar de las montañas de basura que se apilan en muchos barrios. También aumenta la inquietud por la posibilidad de que la acumulación de residuos sean un foco de atracción para ratas y roedores. Máxime en unas fechas como Navidad, donde sobre todo los días posteriores a Nochebuena, Nochevieja y Reyes se suelen acumular residuos en las islas ecológicas y contenedores.

Los problemas referentes a la suciedad afectan prácticamente por igual a todos los barrios, pero especialmente en los barrios más antiguos de la ciudad. De ahí que sea relativamente fácil pasear por zonas como La Alhóndiga, Juan de la Cierva, Getafe Norte o Centro y chocar contra una pila de bolsas de basura, que literalmente invaden las aceras sin que el Gobierno de la socialista Sara Hernández ponga remedio por el momento.

Un informe de la empresa municipal de limpieza (LYMA), del que Al Cabo de la Calle informó el pasado año, recogía que las quejas de los vecinos por la suciedad se habían duplicado. Concretamente, estas reclamaciones ascendían un cien por cien. El dato demoledor de la empresa municipal de limpieza coincide con la percepción de los vecinos que a diario protestan y llaman la atención sobre el lamentable estado en que se encuentran calles y espacios públicos de Getafe.