El próximo 30 de septiembre se cumple un año desde que cerró el antiguo gimnasio Pintogym, ubicado en el Polideportivo Municipal Sandra Aguilar, y que estuvo gestionado durante más de dos décadas por la familia Aguado. Dos semanas después del cierre de una etapa vital para muchos pinteños, se producía la entrada en vigor de la externalización del servicio impulsada por Ganemos Pinto y que, tras concurso público, pasaba a gestionar la empresa privada Sportmadness.

A partir de entonces, se produjo en Pinto un movimiento vecinal que, 365 días después, todavía colea. Los usuarios del antiguo Pintogym, muchos de ellos la base de Ganemos, emprendieron una recogida de firmas contra dicha externalización, que si bien no han podido parar por cuestiones legales, han dejado en evidencia al Gobierno de Rafael Sánchez, del que se consideran traicionados después de haber depositado su confianza en las pasadas elecciones de 2015.

Durante este año que ahora el 30 de septiembre se cumple, los promotores de esta iniciativa de protesta popular han recogido firmas en distintos puntos del municipio. Más de 4.600 que terminaron entregando en el Ayuntamiento de Pinto.

La campaña ha servido para denunciar también el “fracaso” del abono deportivo impulsado por el propio Ejecutivo de Ganemos. Salas vacías, maquinas averiadas o en mal estado han sido algunas de las instantáneas que durante este año han protagonizado el día a día del gimnasio. El éxito de la campaña emprendida de forma apolítica ha sido de tal magnitud que ha servido de inspiración a otros colectivos, como el de las familias de la Escuela de Danza Municipal y que también se han visto afectados por las decisiones del Gobierno municipal.

MUNICIPALIZACIÓN

En todo este tiempo siempre ha estado encima de la mesa la posibilidad de municipalizar el servicio a través de Aserpinto, como proponía desde un principio el PSOE local. Una cuestión que, si bien aceptó Ganemos para sacar adelante el pasado mes de marzo una modificación de crédito para continuar con la gestión, voló totalmente por los aires a finales de julio, durante el Pleno ordinario, cuando el alcalde descartó la municipalización. Y ello porque los informes técnicos no avalaban tal posibilidad. De ahí que el PP votará a favor de continuar con el abono deportivo y desbloqueara la situación que ahora continúa en punto muerto. Y es que tanto los trabajadores de las instalaciones como los propios usuarios no saben qué ocurrirá a partir de octubre, mes en el que finaliza el contrato de gestión.

La incertidumbre no ha hecho más que acrecentarse estos días. Sobre todo el pasado domingo, cuando varios usuarios que acudían al gimnasio alertaron por redes sociales que el recinto se encontraba cerrado y no recibieron ninguna explicación de esta circunstancia. Un hecho que vuelve a apuntar directamente a la gestión de Ganemos, que ha encontrado en la crisis de Pintogym su talón de Aquiles, como evidenció el propio alcalde de Pinto que, durante un partido del Atlético de Pinto en el Amelia del Castillo, dedicó una peineta a los impulsores de la recogida de firmas que se encontraban en el estadio.