Jesús_Santos_Ganar_Alcorcón

La gobernabilidad de Alcorcón, en el aire. Después de que la Junta Electoral validara definitivamente los resultados del 28 de mayo, donde ganó las elecciones el PP pero insuficiente para gobernar con VOX, todo hacía indicar que el bloque de izquierdas pactaría un Gobierno sin más dilación. No ha sido así, y a falta de dos días para la sesión de investidura, todo está en el aire.

En la madrugada del miércoles al jueves, 15 de junio, el PSOE anunciaba un preacuerdo con Más Madrid para apoyar a Candelaria Testa como alcaldesa. Sin embargo, necesitarían la suma de Ganar Alcorcón, que no termina de llegar, y este jueves, su candidato, Jesús Santos, se ha despachado a gusto con un comunicado emitido a los medios de comunicación, donde pide no usar la política como un «mercadillo» de «reparto de concejalías».

«El nuevo Gobierno municipal debería centrar sus esfuerzos en construir viviendas de alquiler asequible sin comprometer el desarrollo de la ciudad, atraer nuevas inversiones industriales o abrir un debate participativo y sincero sobre cómo va a crecer nuestra ciudad para compatibilizar bienestar y sostenibilidad», ha expresado.

Acto seguido, Santos añade que «el mayor error que podríamos cometer es olvidar estas cuestiones, reduciendo la política municipal a un mercadillo donde se reparten concejalías o, aún peor, secuestrándola frente al miedo a un mal mayor».

A su juicio, «en política, el miedo paraliza. Puede servir para compactar frente a un rival, pero difícilmente funciona para avanzar. En ocasiones, incluso acaba sirviendo como excusa para instalarse en el inmovilismo y no poner en marcha las transformaciones que mejoran la vida de la gente».

CUESTIONA EL MODELO DE VIVIENDA EN ALCORCÓN

En este sentido, Jesús Santos incide en atacar el modelo de vivienda de la cuidad, en lo que se traduce como un dardo envenenado a quien la pasada legislatura fueron sus socios.

«En materia de vivienda pública, el viejo modelo ofreció alternativas a miles de familias. Sin embargo, las viviendas construidas con el dinero de todas y todos acabaron en el mercado especulativo al que se esperaba combatir. Hoy, debemos repensarlo, situando la construcción de vivienda en alquiler como una pieza fundamental, con vistas a que nuestras vecinas y vecinos puedan encontrar alternativas asequibles frente a la burbuja».

También carga contra ese modelo que dejó que «nuestra ciudad creciera sin control, dejando envejecer muchos de nuestros barrios, dejando otros a medio construir», y que «llenó la ciudad de superficies comerciales, pero no asentó un desarrollo industrial sostenible».

Por eso llama a «darle un nuevo enfoque a estas materias» y advierte que «el rumbo de un Gobierno no deviene de sus etiquetas o de los bienintencionados pactos de voluntades que firmen sus partidos integrantes. El rumbo de un Gobierno se define por algo más sencillo, pero más importante: por la capacidad que tiene de resolver los problemas de la gente».