El Ministerio del Interior publicaba en pleno mes de agosto, tras las elecciones generales del 23-J y en mitad de las vacaciones de verano de millones de españoles, el Balance de Criminalidad del primer trimestre de 2023. Y a nivel nacional, las infracciones penales crecían en el primer tramo de este año un 7,2%, al igual que a nivel regional, donde de media, los ilícitos penales experimentaban un aumento del 1,8% en la Comunidad de Madrid.

De entre los municipios madrileños con una población superior a 20.000 habitantes, Arroyomolinos se encontraba entre las localidades con una subida de la criminalidad por encima de la media nacional y regional. En concreto, entre enero y marzo de este año, aumentaron las infracciones penales un 11%, mientras en municipios vecinos como Móstoles, apenas creció un 0,5% y en Navalcarnero, por el contrario, bajó un 6,5%.

Así pues, en los tres primeros meses de este año, en Arroyomolinos se perpetraron 835 delitos, frente a los 751 del mismo periodo de 2022. Destacan el aumento, una vez más, de los robos con fuerza en domicilios, que se dispararon un 53,8%, al igual que los robos con fuerza en establecimientos, ya que se cometieron un 57,1% más que en el primer trimestre de 2022.

Las sustracciones de vehículos también experimentaron un fuerte crecimiento. Concretamente, del 87,5%, siendo una de las principales intervenciones de las fuerzas de seguridad. También subieron los secuestros (cuatro en tres meses) y las riñas tumulturarias.

Como dato positivo, los delitos contra la libertad sexual se redujeron en los tres primeros meses un 20% y, además, no se cometió ninguna violación en Arroyomolinos en este tiempo. Hurtos y robos con violencia e intimidación también bajaron en el primer trimestre de 2023: un 3,1 y un 47,1 por ciento menos en estos tres meses.

Sube la ciberdelincuencia

Más allá de los delitos convencionales, los datos publicados por el Ministerio del Interior reflejan un auge de la ciberdelincuencia en Arroyomolinos. Se trata de las estafas online, coacciones, amenazas o suplantación de identidad, habituales en Internet, que se incrementaron de media en el primer trimestre de 2023, un 67,5%. De hecho, las estafas informáticas fueron las que más se perpetraron en esta modalidad, con un crecimiento del 50,6%.