Enero de 2021: la Comunidad de Madrid colapsa por una nevada histórica. Más de metro y medio de nieve en puntos de la región, como Pinto, Fuenlabrada, Getafe o Leganés. Las primeras horas de la borrasca Filomena son hasta divertidas. La gente olvida la pandemia por un día y se lanza a vivir un Madrid inusual, de estampa navideña.

Pero el termómetro se desploma. Doce grados bajo cero de media en las temperaturas mínimas, y la nieve se torna en hielo. Colapso circulatorio; camiones de distribución que no llegan a su destino; empresas y comercios cerrados; caídas en las aceras; la recogida de basuras: imposible; gente atrapada durante horas en sus vehículos; la agricultura: arruinada; la ganadería: tres cuartos de lo mismo; parques y jardines, destrozados…

La región tardó semanas en recuperar cierta normalidad y había que evaluar daños. Hasta 18 millones de euros llegó a contabilizar, por ejemplo, Fuenlabrada. Solo los agricultores fuenlabreños, casi 3 millones de euros en pérdidas.

Al Gobierno central le costó, pero acabó reconociendo a toda la Comunidad Autónoma de Madrid, como zona catastrófica. Y más de un año después del peor temporal de nieve y frío que recordamos los madrileños, el Ejecutivo de Pedro Sánchez aprueba el paquete de ayudas para paliar los efectos de la borrasca. En total: 73.747.931,15 euros. Le damos tiempo para asimilarlo… Efectivamente: una broma de mal gusto.

Los principales municipios del Suroeste de la Comunidad apenas recibirán medio millón de euros. Otros, como Pinto, Leganés o Humanes de Madrid, ni siquiera aparecen como beneficiarios de las ‘ayudas’ estatales

Sobre todo atendiendo a que a Fuenlabrada le corresponden 312.000 euros de los 18 millones que cuantificó. Getafe y Alcorcón se llevan el grueso, con cantidades superiores al millón de euros. Pero entre los municipios del Suroeste (Arroyomolinos, Serranillos del Valle y Moraleja de Enmedio) apenas alcanzan los 100.000 euros cuando, como el resto de municipios de la Comunidad, quedaron arrasados y sepultados por la nieve y el hielo durante día.

Los hay con peor suerte aún, como Pinto, Leganés y Humanes de Madrid, que ni siquiera aparecen en la correlación de municipios ‘agraciados’ por las bondades del Sanchismo.

Y no olvidemos llamar a las cosas por su nombre. No son ayudas. No es que el Gobierno de los 22 ministerios se haya levantado solidario. Es un dinero que nos pertenece. Es nuestro. Es ese dinero que pagamos con sudor y mucho esfuerzo, vía IBI, IVA, IAE, ICIO, IVTM (numerito del coche) IRPF… Es decir: con nuestros impuestos.

Pagamos impuestos para en situaciones críticas tener un colchón del que tirar. ¿Y así lo paga el Gobierno de España? Tal vez, vecino, tengamos que recordar a las sucursales de Ejecutivo en los ayuntamientos, que o defienden nuestros intereses como ciudadanos, o ya pueden largarse con su música a otra parte.