Las exposiciones han vuelto al Centro Municipal de las Artes-Teatro Buero Vallejo de Alcorcón, con una muestra de linóleo de Picasso y la del artista hondureño Denis Berríos, bajo el título ‘Miradas despiertas’.

La muestra ‘Pablo Picasso y el linograbado’, instalada en la sala El Paso hasta el 25 de septiembre, reúne 45 grabados originales de la serie ‘Pablo Picasso, grabados al linóleo’ impresos a partir de los años 50 del siglo pasado.

La primera obra de esta serie es del año 1958. Se trata del retrato de una dama a partir de una pintura de Cranach el Joven. Esta pieza —la única que respetará la técnica tradicional— consta de seis planchas de linóleo grabadas por los seis colores que el impresor tira sucesivamente en la misma hoja de papel. A lo largo de su extensa trayectoria, Picasso nunca dejó de experimentar e innovar a través de distintos medios artísticos y, en los años cincuenta, el linograbado se convirtió en una de sus técnicas favoritas.

El linograbado es una variante del grabado en madera (xilografía) en la que se utiliza una base de linóleo para crear el grafismo en relieve. El primer paso consiste en generar la imagen sobre el linóleo y al revés con lápiz, para después eliminar las zonas de contragrafismo con materiales afilados, gubias, cinceles… Una vez que se ha generado la imagen, el grafismo se entinta y se coloca el papel encima para, mediante la ayuda de un tórculo, crear la copia.

Por su parte, Denís Berríos, que además de pintor es muralista y fundador del ‘Proyecto ARTE D-BARRIO’, expone en la Sala Altamira, hasta el 27 de septiembre, más de 25 obras pintadas con acrílico sobre lienzo. En ellas invita al espectador a tener la mirada despierta para disfrutar de las diferentes temáticas de la cotidianidad espontanea de obreros y campesinos, que suelen tener su propia particularidad ante las similitudes universales de hombres y mujeres dedicados por entero a multiplicar la semilla que viaja convertida en frutos hasta nuestras bocas.

Su obra es una combinación única de cubismo, mosaico, vitral, impresionismo, la deconstrucción de la figura e incluso una abstracción sistematizada. Es un caos mental, pero equilibrado. Utiliza mucha textura y una técnica de fragmentado, vitral y mosaico, con la que ha venido experimentando desde que se graduó en la Escuela Nacional de Bellas Artes, en Tegucigalpa, la capital de Honduras.