El Consorcio Regional de Transportes, dependiente de la Comunidad de Madrid, ha revelado en un informe las primeras consecuencias de los semáforos de la A-5 instalados por el Gobierno de Manuela Carmena. Concretamente su instalación supondrán un sobrecoste de cinco millones de euros a los madrileños, así como retrasos de entre el 10 y el 15 por ciento de las 22 líneas interurbanas afectadas.

Los cálculos se basan en la incidencia «enorme» en la circulación de las rutas interurbanas que conectan los municipios del sur cercanos a esta autovía con la ciudad de Madrid, tras cumplirse tres semanas desde la puesta en marcha de esta medida. Se trata de un tramo por el que circulan 22 líneas interurbanas diurnas y cinco líneas interurbanas nocturnas bajo siete concesiones diferentes.

En día laborable, según el estudio del Consorcio, se suman un total de 2.844 expediciones, de las cuales 1.415 son salidas de Madrid y 1.429 son entradas a Madrid. La demanda media diaria en día laborable de estas líneas es de 108.055 viajeros y al año se alcanza un total de 28.728.956 de usuarios procedentes de municipios como Móstoles, Alcorcón, Navalcarnero, Villaviciosa de Odón, El Álamo, Arroyomolinos, Moraleja de Enmedio, Villanueva de la Cañada, Brunete, Quijorna, San Martín de Valdeiglesias, Navas del Rey, Pelayos de la Presa, Villamanta, Aldea del Fresno, Cadalso de los Vidrios o Villa del Prado.

Aparte del aumento de tiempo de frecuencia en la A-5 de entre el 10 y el 15 por ciento, de forma puntual y en las líneas con «mayor afección» el incremento ha llegado a ser incluso del 18 por ciento. Para compensar estos retrasos, conseguir el cumplimiento de los horarios programados y mantener la calidad del servicio se requeriría incorporar 27 autobuses más en las concesiones regulares de transporte interurbano. Esto que supondría un sobrecoste de cinco millones de euros al Consorcio Regional de Transportes.

UN «CERROJO» A MADRID

El vicepresidente de la Comunidad de Madrid, consejero de Presidencia, y portavoz del Ejecutivo regional, Pedro Rollán, ha valorado este informe señalando que cuando el Ayuntamiento de Madrid «decide poner un cerrojo a la ciudad, lo que está haciendo es perjudicando a muchos municipios de la corona metropolitana que también hacen que Madrid sea lo que es».

A juicio de Rollán, Madrid «no solo es lo que es por los que viven y trabajan dentro de Madrid, sino que Madrid siempre se ha considerado por ser una ciudad acogedora y no se está haciendo justicia de la mano del equipo de Manuela Carmena con el resto de los municipios que se encuentran a su alrededor».