Colectivos ecologistas alertan del posible impacto ambiental del proyecto de recuperación del río Manzanares en Getafe

Los colectivos que conforman la Plataforma Ecologista Madrileña (ARBA, Asociación Ecologista del Jarama El Soto, GRAMA, Jarama Vivo y LIberum Natura) han presentado una batería de alegaciones al Proyecto de recuperación ambiental del río Manzanares a su paso por el término municipal de Getafe, promovido por la Dirección General del Agua, cuyo periodo de información pública finalizó este pasado lunes.

Aunque el proyecto aborda la solución a algunos problemas morfológicos del río Manzanares en este tramo, la plataforma asegura que deja de lado abordar la alteración de su régimen hidrológico. Y es que aseguran que se trata de un tramo gravemente alterado por la regulación en su cabecera (presas de Manzanares y del Pardo), así como por los efluentes continuos de las plantas de tratamiento de aguas residuales.

Además, otras intervenciones planteadas (como la revegetación, la eliminación de especies exóticas invasoras o la eliminación de obstáculos) podrían no ser efectivas en el tiempo. Otro aspecto criticado es la limitación de algunas medidas, como la creación de un ecosistema de bosque mediterráneo en la vega del río o como la retirada de motas y escolleras.

Los ecologistas señalan además que, al contrario de lo que se afirma en el proyecto, los accesos a los visitantes no se han diseñado teniendo en cuenta las zonas más sensibles, evitando las zonas de ribera o las zonas sensibles para las poblaciones de aves.

ACCESO A UN ESPACIO NATURAL PROTEGIDO

Para la plataforma, esto supondrá poner a disposición de miles de potenciales visitantes el acceso a un espacio natural protegido hasta ahora inaccesible. El Estudio de Impacto Ambiental (EIA), a pesar de reconocer este impacto sobre la fauna y la vegetación del uso público planteado, se pospone su valoración hasta la fase de funcionamiento, «lo que supone un enfoque reactivo en lugar de preventivo».

En resumen, estos colectivos consideran que deberían ser replanteadas en profundidad las infraestructuras de uso público del proyecto por ser «incompatibles con la conservación del espacio y, en muchos aspectos, contrarios a la normativa del Parque». Además, plantean que deberían abordarse cambios en cuanto al régimen hidrológico, a la retirada de motas y escolleras o a las revegetaciones.

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