Viernes, 30 de junio. Pleno verano. El asfalto arde en Fuenlabrada. También el ánimo de los vecinos de la calle Argentina número 24, en el fuenlabreño barrio de Chasa II. El motivo, un presunto narcopiso en el bajo de uno de los edificios de la urbanización.

No es una zona aislada de la ciudad. Podría ser cualquiera, en verdad. A unos cincuenta metros se encuentra la piscina comunitaria, que estos días, lógicamente, es lugar de reunión de niños, jóvenes, padres, madres y abuelos. A escasos cien metros está la sede del PSOE de Fuenlabrada y la Escuela Infantil Valle de Ordesa. A unos trescientos metros, la Comisaría de Policía Nacional y la estación de MetroSur de Parque de los Estados. Bares, restaurantes, comercios y más viviendas completan el ecosistema del barrio. Pero también, este inmueble en el Bloque 28 del número 24, que trae por el camino de la amargura a los vecinos.

“Vamos con los pequeños e imagínate encontrarte con tres tíos picándose en mitad de la calle”, comentan a Al Cabo de la Calle una joven pareja, que acude con sus dos hijos a la piscina. Más personas relatan que, de un tiempo a esta parte, es notoria la presencia de toxicómanos por los alrededores. Ellos no viven en este bloque, pero sí C.A.B, que me recibe en el parque anexo y que no puede dar su nombre, por miedo a represalias.

Me relata, visiblemente compungido, que hay días, que en apenas una hora, hacen fila hasta 25 personas en busca de su dosis de droga, con todo lo que eso genera a nivel delincuencial. La situación es insostenible. Una persona con el mono es capaz de cualquier cosa, con tal de lograr el dinero suficiente para obtener su ‘pico’ o su ‘tiro’.

Mientras hablamos, al menos dos personas, ya han llamado al telefonillo de este bloque de viviendas. Y el goteo es incesante. C.A.B se ha marchado y recorro la zona en busca de más testimonios. Las inquilinas de este supuesto narcopiso, una madre y su hija, bajan la persiana de una forma abrupta cuando se percatan de mi presencia. Toca marcharse con el relato angustioso de unos vecinos, que piden amparo policial y gubernamental.

UN ‘PUNTO CALIENTE’

Ya este lunes, 3 de julio, pude hablar con el departamento de Participación Ciudadana de la Policía Nacional de Fuenlabrada, que confirma que el pasado 13 de junio tuvo lugar la última detención de una de las mujeres, la más mayor, tras recibir la denuncia de un presunto delito contra la salud pública. No era la primera vez que intervenían en la zona. Tras pasar a disposición judicial, la detenida ya estaba en el edificio a las 48 horas.

Los vecinos declaran la guerra a este presunto narcopiso de la calle Argentina

“Se ha actuado ya y somos conscientes del problema”, apuntan desde la Policía Nacional. Patrullan la zona de forma constante, porque es lo que ellos denominan un ‘punto caliente’ de tráfico de drogas. “Pero no podemos tener un policía en cada puerta”, lamentan. Todo queda en manos de los jueces.

“El juez es el que puede ordenar el precinto del piso o, en su defecto, un desahucio”, insisten desde Participación Ciudadana, que recalca que es Policía Judicial quien se encuentra inmersa en las investigaciones, reuniendo todas las pruebas necesarias para poner fin a esta presunta actividad ilícita.

FIRMAS AL AYUNTAMIENTO

Paralelamente, los vecinos no se quedan quietos. Han declarado la guerra a este tinglado. Así presentaron un centenar de firmas al Ayuntamiento de Fuenlabrada, dirigidas al alcalde, Javier Ayala. No han tenido contestación por ahora.

De hecho lamentan que el regidor y parte de su equipo estuvieran presentes en las fiestas del barrio, recientemente celebradas, y no se viera ni un momento con ellos. Aunque fuera para mostrarles su apoyo o un ánimo necesario, ante una situación de estas característica. Sí lo hizo a principios del mes de mayo, la portavoz de VOX, Isabel Pérez, que se reunió personalmente con un grupo de residentes del barrio. Hasta ahora, ha sido la única concejal de la Corporación que se ha dignado a visitar este punto de Chasa II.

No obstante, desde el Consistorio fuenlabreño confirman a este periodista y a este periódico que, pese a ser una investigación de la Policía Nacional, la Policía Local ha intensificado la vigilancia, con efectivos de patrulla en la calle Argentina y adyacentes, estando atentos a cualquier movimiento.

Sea como fuere, son los jueces quienes tienen la última palabra y en su mano acabar con este ‘punto caliente’ de venta de droga. Una decisión que esperan como agua de mayo unos vecinos que, en algunos casos, ya se han planteado incluso marcharse del lugar, si la situación no se resuelve.

Pasillo próximo a la vivienda y paralelo a una escuela infantil, donde los vecinos han visto ‘picarse’ a varios drogadictos

ENCUESTA SUROESTE – ¿Cree que Fuenlabrada tiene un problema con el tráfico de drogas?