No ha empezado demasiado bien el curso escolar en Getafe. Colegios inacabados, protestas de parte de la comunidad educativa, escombros en otros tantos centros y versiones -demasiadas- interesadas para sacar rédito político a la Educación. De un lado y otro se intenta arrimar el ascua a la sardina con argumentos de todo pelaje. La culpa va y vuela de bando a bando, con interés, y sin preocuparse realmente por lo que de verdad importa: la educación de los escolares.

Que España tiene un problema de Educación desde hace décadas es evidente. La materia ha sido objeto de deseo de los partidos de Gobierno -PP y PSOE- con el ánimo de establecer un modelo educativo u otro en función de los intereses del momento. El naturalista, antropólogo, filósofo y pedagogo inglés, Herbert Spencer, hablaba de que “educar es formar personas aptas para gobernarse a sí mismas, y no para ser gobernadas por otros”. Esta cita -ya ven lo importante de atribuir las citas, no vaya a ser- ejemplifica la importancia de una buena educación y el por qué desde los distintos ejecutivos se ha intentado ‘controlar’ sin llegar a consensos para construir un modelo educativo fuerte y que asegure el futuro y la estabilidad del país.

El curso escolar ha empezado en Getafe con colegios inacabados, protestas y demasiadas versiones interesadas para sacar rédito político

Y tan importante es impartir una buena Educación a las generaciones que vienen y están por venir, como las instalaciones en las que se debe enseñar. Esto último, objeto de debate en Getafe y otras tantas ciudades de la Comunidad de Madrid durante estos días. La cuestión se centra en los problemas que está generando construir por fases colegios e institutos. Hace falta revisar este modelo a todas luces deficiente y que necesita un mayor control por parte de la administración para evitar que una obra acabe convirtiéndose en chapuza.

Hace falta revisar el modelo de la construcción por fases de los colegios, a todas luces deficiente y que convierte las obras en chapuzas

Esta revisión del modelo es importante para no repetir escenas dantescas en la apertura del curso escolar. Pero igual de importante es erradicar de la discusión la demagogia y el oportunismo con tal de rascar votos de cara al año que viene. No es tolerable, por ejemplo, que el consejero de Educación, Rafael van Grieken, visite la ciudad y hable de que los colegios para este curso están inmaculados mientras la realidad es otra bien distinta. Y eso a pesar de que la inversión del Gobierno regional es evidente -ahí están las cifras oficiales- aunque llegue de forma lenta. Como tampoco es tolerable que la alcaldesa de Getafe, Sara Hernández, vaya a hacerse la foto con los padres del colegio Cervantes mientras olvida en su discurso la situación en el Ciudad de Getafe, La Alhóndiga y Buenavista.

¿Acaso hay en Getafe colegios de primera y de segunda? ¿O será que el Cervantes es competencia regional y las obras de los otros tres últimos del Ejecutivo municipal? Ni Van Grieken -por un lado- ni Hernández -por otro- están a la altura de los cargos que representan. La muestra de los colegios empantanados es el ejemplo perfecto de la incompetencia. Y mientras el debate continúe por estos derroteros la Educación, como siempre, seguirá mermada y secuestrada por los intereses de unos pocos.