Paco Diez FFM

Paco Díez lleva apenas año y medio al frente de la Real Federación de Fútbol de Madrid, pero la realidad es que su mandato ha coincidido con la etapa de mayor esplendor de los clubes profesionales de la Comunidad -con mención especial para los representantes de la zona sur-, y según él también con el excelente momento del fútbol base. La reciente presentación de un curso de entrenadores en Getafe sirvió de escenario para sostener una charla con el presidente del fútbol madrileño, que sueña con hacer realidad el proyecto de una nueva ciudad deportiva y que pide “acabar de una vez con el ocultismo en el mundo del fútbol”.

¿Qué valoración le merece el hecho de que por vez primera cinco equipos madrileños vayan a coincidir en la máxima categoría?
Lo del fútbol madrileño a nivel de resultados en Primera, Segunda y Segunda B es espectacular y es histórico. Estamos en la edad de oro del fútbol madrileño. Pero es que a nivel de base estamos trabajando también maravillosamente, con un crecimiento magnífico. Y ahora lo que queremos es dotar a nuestro fútbol de más medios a base de técnicos bien formados, más y mejor material, revisiones médicas, etc. para que mantenga su progresión.

“Tenemos que acabar de una vez por todas con muchas cosas que hay en el fútbol de ocultismo; tiene que entrar la luz”

¿De qué se siente más satisfecho en este año y medio de presidencia?
De lo que más orgulloso me siento es de mi junta directiva, que está trabajando a prueba de bombas, de la nueva sede que hemos conseguido de manera momentánea, de la profesionalidad de mis seleccionadores, y de la buena voluntad que tiene el 90 por ciento de la gente que tengo alrededor.

¿Cúal es su mayor desafío de cara al futuro?
La mayor ilusión que tengo es crear una ciudad deportiva de la Federación de Fútbol de Madrid con un mínimo de tres campos, una residencia, las oficinas y una pista de atletismo para que hagan allí las pruebas los colegiados. Espero y deseo que en pocos meses pueda presentar un proyecto a la prensa.

¿Y cómo marchan las gestiones en ese sentido?
Estamos tocando en municipios como Boadilla y Alcorcón, pero lo vamos a intentar también en Getafe y en algunos sitios más. Lo que pasa es que tiene que haber un compromiso eminentemente político porque si no el gasto para una federación territorial es inviable. Habría que llegar a un acuerdo por el terreno para después construir una gran ciudad deportiva.

“La mayor ilusión que tengo es crear una ciudad deportiva de la Federación y espero poder presentar un proyecto en pocos meses”

La zona sur siempre ha tenido un protagonismo especial en el fútbol base madrileño.
Ya he dicho varias veces que el vivero del fútbol madrileño está en la zona sur y por eso estamos intentando acercarnos mucho más a los clubes trasladándoles todo lo que hacemos. Ahora, por ejemplo, vamos a aportar mucho material. Es cierto que se nos vienen unos tiempos nuevos de gestión que a veces no son cómodos, pero hay que evolucionar igual que lo hace la sociedad.

¿A qué se refiere?
En el mundo del fútbol a veces se tiene miedo a los cambios por intranquilidad o por ignorancia, pero la sociedad va a un ritmo vertiginoso y el fútbol tiene que seguir ese ritmo. Tenemos que acabar de una vez por todas con muchas cosas que hay en el fútbol de ocultismo. Hay que decir la verdad, hay que profesionalizar a los entrenadores, hay que hacer las gestiones con gente cualificada y de una vez por todas ser claros y directos. La luz tiene que entrar por todos sitios en nuestro fútbol.

¿Qué datos arroja a día de hoy el fútbol madrileño a nivel de fichas y qué previsiones de crecimiento tienen?
En este momento se juegan 3.000 partidos cada fin de semana. Estamos en 105.000 licencias y preveo un 15 por ciento de aumento este año. Margen de crecimiento hay, y mucho, porque en fútbol femenino tenemos 3.000 y pico licencias y en un par de años hay que llegar como mínimo a 7.000 u 8.000. Estamos trabajando mucho con los más pequeños, los chupetines y los prebenjamines, y vamos a crear también una liga de veteranas, así que cabida todavía tenemos para seguir creciendo.