La Comunidad de Madrid llevará a cabo este 2023, actuaciones preventivas de pastoreo controlado ejercidas por ganaderos, como herramienta en la lucha contra los incendios forestales, en 3.200 hectáreas de la región.

«Recuperamos una antigua costumbre que había caído en desuso: que sean los rebaños quienes desbrocen los caminos y las vías pecuarias y despejen también las áreas de cortafuegos», explicaba Isabel Díaz Ayuso este lunes en La Cabrera, donde presentaba la eficacia de estas actuaciones, dentro del Plan Anual de Prevención, Vigilancia y Extinción de Incendios Forestales de la Comunidad de Madrid.

Mediante este programa, miles de cabras, ovejas, vacas y caballos se alimentan del pasto crecido durante la primavera, «al mismo tiempo que reducen el riesgo de que esa vegetación se convierta en combustible para el fuego, muy especialmente en los días de más calor», explicaba la presidenta de la Comunidad.

El proyecto está gestionado por los técnicos del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid, con el apoyo de la empresa Tragsa y el asesoramiento del área de ecología de la Universidad de Alcalá.

CRECIMIENTO EXPONENCIAL

En estos últimos años, el pastoreo preventivo ha crecido de forma exponencial. Se ha pasado de formalizar en 2019 contratos con 50 explotaciones ganaderas a 70 este año. Además, en el año 2022 se ha pastoreado una superficie de 2.510 hectáreas en 57 municipios, de las que la mitad ya no va a requerir más acciones de trabajo preventivo. En este punto, destaca un aumento de terreno de más de un 20% puesto que la previsión es trabajar sobre 3.200 hectáreas.

Las cabras, ovejas, vacas y caballos empleados en los trabajos también han aumentado de los 16.800 de 2019 a los casi 19.000 de este 2023 y se ha pasado de los 430.000 euros dedicados hace cuatro años a la cifra récord de 483.000 euros en el último Presupuesto.