Ángel Torres y Quique, durante el acto de presentación (foto: Getafe CF)

Apenas 48 horas después de comunicar la destitución de Míchel, el Getafe ha presentado en sociedad a Quique Sánchez Flores, el encargado de asumir el relevo y que emprende su tercera etapa al frente del banquillo azulón. Llega acompañado por su equipo de trabajo habitual (Cubillo, Alberto Giráldez, Antonio Díaz, Emilio López y Óscar García, entre otros) y este mismo miércoles por la tarde dirigirá su primera sesión de entrenamiento para empezar a preparar el compromiso del sábado día 16 ante el Levante.

«Cada vez que he pasado por Getafe he tenido la misma sensación de que formaba parte de una familia. La familia está en problemas y yo tengo ganas de entrenar», ha argumentado Quique para justificar su retorno al banquillo azulón. «Nos conocemos perfectamente. Sabemos como trabaja el club y lo que tenemos que hacer es hablar poco y trabajar mucho», ha agregado.

Más que como un reto, ha puntualizado que este nuevo cometido profesional «quiero verlo como un paso más en la trayectoria. Éste es un club que está ordenado y trabajado. Las plantillas del Getafe siempre son trabajadoras», por lo que ha pronosticado «mucha exigencia, mucho trabajo, mucha pasión y mucha ambición por todo lo que tenemos que hacer, ya que queda tiempo».

«Miguel y yo tenemos una amistad de mucho tiempo, nos tenemos un profundo respeto y lo que haremos nosotros es intentar llevar al equipo a una situación más despejada»

Más allá de si ha visto al equipo durante esta primera fase de la temporada «porque no es el momento de hablar de eso», si ha querido subrayar que «tengo un gran respecto por la figura de Miguel» -en referencia a Míchel- . «Ayer» -por este martes- «tuvimos un contacto. Tenemos una amistad de mucho tiempo, nos tenemos un profundo respeto y lo que haremos nosotros es intentar llevar al equipo a una situación más despejada. Lo que quiero es que generemos suficiente energía para que la gente se una a nosotros», ha sostenido.

Respecto al intempestivo punto y final a su segunda etapa en el Getafe, ha recordado que «aquello fue breve, pero intenso. La situación era compleja y al final se consiguió el objetivo. Como ya he dicho, el Getafe es un equipo ordenado y cada viaje que hace en Primera hay que valorarlo».

«TODOS LOS PARTIDOS SON FINALES»

«La clave» para sacar al equipo de la delicadísima situación clasificatoria en que se encuentra «es saber que cada partido es una final. No hay otra. Quedan partidos por delante. Son finales y en una final no se puede ser errático. En las finales hay que estar en todos los detalles, en cometer pocos errores y en que hay pasión por ganar. Tenemos

Ángel Torres y Quique Flores, durante el acto de presentación (foto: Getafe CF)

desventaja respecto a otros equipos», ha concedido, «pero queda temporada y cada día de partido iremos a muerte».

Sobre su relación con el presidente, ha explicado que «Ángel es un presidente respetuoso con sus entrenadores y sé lo que le duele y lo que le cuesta tomar decisiones que puedan cambiar cosas durante la temporada», ha indicado antes de reiterar que «en este momento, volver a una familia donde me respetan y el trabajo del entrenador se valora, pues a mí eso hoy en día me da mucho.

«En el Getafe los vestuarios siempre son buenos», ha señalado respecto a sus anteriores etapas en el club, » y tengo la impresión de que voy a volver a encontrarme un buen grupo. Ayer -por este martes- hablé con tres jugadores y les vi brillo en los ojos. Vamos a intentar que se sientan todos importantes y que podamos salvar la situación».

Por último, Quique ha vuelto a referirse a la salida de Míchel y ha opinado que «los tiempos han sido perfectos porque han sido tiempos de respeto. Nadie ha ido a buscar a nadie hasta que se han solucionado las cosas. Míchel es un tipo que merece más suerte de la que ha tenido, pero entendemos el fútbol porque llevamos muchos años en esto y sabemos cómo funciona»

A su lado en la sala de Prensa del Coliseum se ha sentado el presidente, Ángel Torres, quien ha explicado que «no buscaba un cambio radical, sino que se notara poco y a ser posible que conociera la casa. Aunque la segunda vez se enfadó y salió corriendo», -en referencia a la segunda etapa de Quique-, «se le pasó a los diez minutos. Pensé que ahora era el entrenador idóneo y no me importa llamarle cuando lo necesito. El cambio de Míchel me ha costado mucho y pensé que Quique podía ser el hombre ideal».

«Pensé que Quique era el entrenador idóneo y no me importa llamarle cuando lo necesito. El cambio de Míchel me ha costado mucho y pensé que Quique era el hombre ideal»

En cuanto a su decisión de proceder al relevo en el banquillo, ha precisado que «lo decidí rápido porque tengo el defecto de no consultar y asumo las responsabilidades. Dos días antes vi que se empezaba a perder confianza y los futbolistas empezaban a tener dudas. Dejé pasar el partido, que incluso pudimos ganarlo, y ya tranquilamente decidí hablar con él y decirle que así no podíamos seguir. Míchel quiere mucho a la casa, ha tenido mala suerte y la situación se lo ha llevado por delante», ha sostenido.

Por último, y en cuanto a la fórmula para remontar esta situación, ha señalado que «lo que hay que hacer es ganar dos partidos seguidos y espero que antes de Navidad estemos donde nos corresponde por presupuesto y por plantilla. Seguro que nos va a ir bien», ha vaticinado sin descartar la posibilidad de reforzar el equipo siempre que el nuevo cuerpo técnico lo estime conveniente.