Más allá de los datos, suficientemente ilustrativos acerca de la alarmante situación de inseguridad que vive Getafe, la realidad cotidiana de los vecinos de todos y cada uno de los barrios que componen el municipio es que los sobresaltos se suceden sin solución de continuidad ante la inacción de un Gobierno local desbordado desde hace mucho tiempo por la delincuencia.

Ahora son los residentes de la zona de La Alhóndiga y San Isidro los que andan de los nervios debido a la avalancha de robos de catalizadores que están sufriendo en sus vehículos durante las últimas semanas. Las denuncias se han multiplicado y la incidencia resulta especialmente inquietante en las cercanías de la estación de Alonso de Mendoza y el centro de salud de El Greco.

Uno de los de los afectados ha relatado a Al Cabo de la Calle que “dejé el coche aparcado en batería en la calle que sale de la estación de Alonso de Mendoza en dirección a la carretera del Cementerio y cuando lo cogí al día siguiente el motor emitió un enorme estruendo, así que lo llevé de inmediato al taller para ver qué ocurría. Nada más verlo”, seguía explicando, “me confirmaron que me habían robado el catalizador. Y además me dijeron que era el tercer coche que les llegaba así en los dos últimos días, que estaba siendo una auténtica plaga”.

“Cuando llevé el coche al taller me dijeron que era el tercero que les llegaba así en los dos últimos días”

Este residente en la zona de San Isidro aireaba su profundo malestar porque “cada vez nos cuesta más aparcar porque se han cargado un montón de plazas y cuando por fin encontramos, resulta que van y nos roban con total impunidad y alevosía. Por suerte, en mi caso el seguro me cubría el robo, pero tuve que ir a denunciar el tema a la Policía y ese día no pude acudir al trabajo. Tengo conocidos a los que les ha pasado lo mismo y la ‘broma’ les ha salido por más de 400 euros. Es un desastre y la sensación de inseguridad que tenemos en el barrio es cada vez más grande, sobre todo la gente mayor”, denunciaba.

El problema con los catalizadores, según explican fuentes policiales, es que se trata de un dispositivo que forma parte del sistema de escape de los vehículos muy cotizado entre los ladrones, ya que entre sus componentes figura material tan valioso como el platino, además de que su sustracción se realiza en pocos minutos y que su venta es relativamente sencilla en el mercado negro.

En cualquier caso, lo que más enerva a los vecinos de estos barrios, al igual que ocurría recientemente con otra oleada de robos en Las Margaritas, es la impunidad con la que actúan en muchos casos los delincuentes por la falta de efectivos policiales, un problema crónico en el municipio y que ha derivado en crecientes protestas por parte de un sector mayoritario de la Policía Local.

Recientemente, sin ir más lejos, tuvo lugar una marcha convocada por hasta cuatro sindicatos policiales (UPM, CSIF, CPPM y CCOO), que recorrió la zona centro del municipio para protestar por enésima vez en esta legislatura contra la falta de efectivos en el Cuerpo, lo que redundaba en el aumento de la inseguridad detectado en las calles, y sus deficientes condiciones de trabajo, derivadas esencialmente de la falta de voluntad negociadora de la concejala de Seguridad, Elisabeth Melo.