Por primera vez, públicamente, el presidente del Gobierno en funciones y candidato a la reelección, Pedro Sánchez, apostó el sábado por aprobar una amnistía a los golpistas catalanes, condenados también por malversación de caudales públicos, para continuar en el poder cuatro años más.

En apenas tres meses, Sánchez pasaba de decir que «el independentismo lo que pide es la amnistía, algo que desde luego este Gobierno no va a aceptar y que, desde luego, no entra ni en la legislación ni en la Constitución española», a «en el nombre de España, en el interés de España, defiendo hoy la amnistía en Cataluña».

Una afirmación con la que Sánchez, no solo se arrogaba el nombre de toda España, sino que apostaba por olvidar los delitos por los que fueron condenados los golpistas y que beneficiaría, entre otros, al fugado Carles Puigdemont.

Este paso del presidente en funciones y líder del PSOE era apoyado, también públicamente, por algunos alcaldes del Sur de Madrid, como el socialista Javier Ayala en Fuenlabrada, presente en el Comité Federal del sábado. «Daremos todo nuestro compromiso para alcanzar un gobierno de progreso que siga construyendo una España mejor. Todo mi apoyo a Pedro Sánchez», decía Ayala.

También la alcaldesa de Getafe, Sara Hernández, apoyaba explícitamente la intentona de Sánchez por continuar en La Moncloa, a su juicio, «para afrontar los retos del futuro de nuestro país y garantizar un gobierno progresista».