Visita de la ministra Ione Belarra, junto a Jesús Santos, a las instalaciones de ESMASA (Foto: ESMASA)

En el año 2011 llegó el cambio en Alcorcón. David Pérez ponía fin a años de desgobierno del socialista Enrique Cascallana, que dejó la ciudad prácticamente arruinada. Antes, eso sí, hizo funcionarios a cientos de trabajadores, lastrando los años posteriores de gestión.

Ahora, más de una década después, Podemos Alcorcón parece emular al exalcalde, pero en la empresa municipal de limpieza y recogida de residuos, a tenor de los últimos movimientos que se están pergeñando. El primero de ellos, en noviembre del año pasado, tras la firma de un acuerdo con UGT para “blindar el carácter público” de la empresa, algo que desde el primer momento miraron con recelo desde la oposición, vistos los antecedentes.

Bien es cierto que, desde el principio de la legislatura, el Gobierno de PSOE y Podemos ha disparado el gasto en ESMASA, convertida casi en el reino particular del líder morado, Jesús Santos. Así ha ido municipalizando servicios como el alumbrado y aumentando su plantilla, como recientemente ha ocurrido con las limpiadoras de colegios, integradas desde el 1 de enero, hasta confeccionar más de 500 trabajadores al servicio de Alcorcón…Y de Jesús Santos.

A la par han ido in crescendo los escándalos como los despidos de trabajadores con discapacidad, algunos de ellos espiados, e incluso presuntas agresiones a empleados jubilados. Y a última hora de legislatura, con las elecciones casi encima, ESMASA prepara el ‘golpe final’ ante un futuro cambio de Gobierno y de gestión.

A pocos meses de acabar la legislatura quiere hacerse cargo de la recogida de vidrio, lo que supondrá más recursos materiales y podría incrementar costes

Y es que el 26 de enero, Santos firmó un comunicado donde informaba “sobre la recuperación de la recogida de vidrio como tarea propia, lo que supone un aumento de carga de trabajo con la que se asegura la estabilidad de la plantilla”, si bien se ha establecido “un periodo transitorio para llevar a cabo este proceso de recuperación” de un servicio que presta hasta la fecha Ecovidrio, como en otros municipios de la zona.

Con lo cual, a pocos meses de acabar su mandato, ESMASA revierte la modalidad de la recogida de vidrio, que fue lo que provocó la huelga de basuras del 2014, consideraba “abusiva” por el Tribunal Supremo, que apuntaba directamente a Jesús Santos. Y eso que, en su última memoria publicada, la de 2021, reconoce que con el sistema actual ha aumentado la recogida selectiva. En el caso del vidrio, 2.549.840 kilogramos, lo que evidencia que está funcionando, con lo cual, no se entiende este movimiento de última hora.

Un cambio que supondrá un aumento de trabajo, como dice la propia compañía, y por tanto también de costes de recogida y transporte hasta Aljavir, además de recursos humanos y materiales (camiones, principalmente). Un coste, pues, que repercutirá en las cuentas públicas y que puede hipotecar la futura gestión de la ciudad.

Pese al comunicado de Santos, fuentes de la empresa pública consultadas por Al Cabo de la Calle dicen que por ahora “esto es algo que todavía no está cerrado. Estamos negociando con Ecovidrio”.

«ESMASA SANGRA A LAS EMPRESAS»

Por otro lado, también recientemente el portavoz de VOX acusaba a ESMASA de “sangrar a las empresas” de la ciudad, a las que “les cobra por retirarles la basura”. Así, Pedro Moreno ponía el ejemplo de una empresa a la que en 2019 le facturaban anualmente 6.000 euros en este sentido, después de forma semestral y finalmente, “empiezan a incumplir su contrato facturando por trimestre, con lo que se lo doblan a más de 6.000 euros”.