Nació el 30 de enero de 1937, pero pocos dirían que atesora 86 primaveras en su menudo cuerpo. Hablamos de Paco González un veteranísimo atleta de 86 años y medio que destila una vitalidad que para sí quisieran muchos jóvenes que dan sus primeros pasos en las procelosas aguas del atletismo.
Nacido en Huelva, donde residió hasta los seis años, su infancia y juventud transitó de mudanza en mudanza por Málaga, Sanlúcar de Barrameda, Cádiz o Algeciras, donde hizo sus pinitos en el mundo del fútbol y deportes varios como el ciclismo, la natación o la pesca submarina. Tampoco faltó en los años sesenta del siglo pasado una dilatada experiencia de
nueve años como emigrante en Francia, donde ejerció como tubero industrial, antes de regresar a nuestro país.
A su vuelta, ya en tierras madrileñas y con 35 años, es cuando por fin puede dar rienda suelta a su vocación atlética y emprende una trayectoria deportiva en la que acumula ya 51 años de manera ininterrumpida y de la que no piensa desasirse así como así porque lo suyo es como el buen vino, que va cogiendo cuerpo con el tiempo. Tal es así que el año pasado aprovechó el cambio de categoría (85-90 años) para firmar la temporada más exitosa de su carrera cosechando medallas a nivel nacional, europeo e incluso mundial. Ahí es nada.
Pese a lo tardío de sus inicios, Paco ha tenido tiempo para proclamarse campeón de España máster en todas y cada una de las categorías que van desde la de 40-45 años hasta la de 85-90 en la que actualmente compite. La inmensa mayoría de sus éxitos han llegado en el mundo de la marcha, pero tampoco han faltado medallas en ámbitos como la velocidad o el medio fondo. Por no faltar, en su palmarés figuran media docena de maratones y tres triatlones, el último de ellos el pasado año.
Como decíamos, el inicio de su itinerario se remonta a 1972, cuando se enroló en las filas del Atlético Getafe antes de pasar por el Club Canguro o el histórico Larios de los cinco campeonatos de Europa. En el 78, además de correr su primer Maratón de Madrid, se proclamó por vez primera campeón de España en la categoría 40-45. Desde entonces, y al
margen de proclamarse campeón en todas las categorías, lo ha hecho desde la distancia de 60 metros hasta la de 30 kilómetros marcha, subiendo también a lo más alto del podio en los 3, 5, 10 y 20 kilómetros.
Actualmente pertenece al Club Artyneon Getafe y en su palmarés figuran también sobresalientes resultados fuera de nuestras fronteras. No en vano, ha competido en cerca de una decena de Campeonatos de Europa Máster (Finlandia, Grecia, Noruega, Países Bajos, Francia, Portugal, Chequia, Hungría o Inglaterra) en los que ha conseguido cuatro medallas, tres platas y un bronce. En cuanto a Campeonatos del Mundo, ha competido en Inglaterra, Bélgica, España y Finlandia, donde el 23 de julio del año pasado conquistó su primera medalla mundialista, plata en 10 kilómetros marcha.
Aunque hace varios años ya fue protagonista de un reportaje en Al Cabo de la Calle por sus excelentes resultados, el experimentado deportista afincado en Getafe, ciudad en la que reside desde hace cinco décadas, remitió recientemente un correo electrónico al periódico quejándose por la poca relevancia informativa que se concedía a su lustrosa hoja de servicios. Y no le faltaba razón, así que le citamos en la redacción y acudió cargado con un arsenal de medallas, fotografías y documentos para avalar sus éxitos, especialmente los más recientes.
Al margen de pasar revista a su prolífica hoja de servicios, Paco González concretó sus más inmediatos objetivos en el calendario. “Además de correr en Jerez los 5 kilómetros marcha del Campeonato de España al aire libre, ya tengo pagados los vuelos para viajar a Pescara” -Italia- “en septiembre, donde participaré en los 10 kilómetros marcha del Europeo. Y luego tengo el célebre Trofeo Espada Toledana”, al que lleva asistiendo cerca de 20 años.
Un plan de vida
Lejos de poner fecha a su retirada, todo hace indicar que tiene cuerda para rato “porque físicamente me encuentro muy bien y mi mentalidad me sigue dando para estar ahí. Correr es mi vida y yo me he puesto el atletismo como un plan de vida, así que seguiré en la brecha mientras pueda”, dice antes de subrayar que “no he tenido ninguna enfermedad grave y el único problema serio fue una intervención de la rodilla derecha en 2006 que no salió bien y me tuvo un tiempo sin poder disputar pruebas de marcha, pero me encuentro perfectamente y con ganas de seguir dando guerra”
«Correr es mi vida y yo me he puesto el atletismo como plan de vida, así que seguiré en la brecha mientras pueda»
Curiosamente, de estas cinco décadas de actividad atlética, el longevo deportista confiesa que “mis mejores recuerdos son sin duda los del año pasado, que fue tremendo. Fui campeón de España en Valencia, subcampeón de Europa en dos distancias y subcampeón del mundo en Finlandia. Y encima hice un triatlón en septiembre y hubo quien quedó detrás de mí”, aclara con no pocas dosis de orgullo, ya que “eran 350 metros nadando, 10 kilómetros en bicicleta de montaña y 2,5 kilómetros corriendo”. Casi nada.
Lejos de comulgar con los rigores de las dietas tan de moda, Paco dice llevar “la misma alimentación de toda la vida. Puedo comer de todo, y como soy el encargado de cocinar en casa he confeccionado un menú semanal que me va de maravilla”, apunta antes de subrayar que “beber no bebo nada más que agua mineral, y no hago ninguna otra cosa especial”.
ATLETA Y ENTRENADOR
Sobrepasado con creces el ecuador de los ochenta, presume de estado de forma, “ya que ayer mismo estuve en el masajista y se extraña de que tenga la musculatura que tengo a esta edad”, algo en lo que quizá tenga que ver el hecho que “siempre he sido muy activo y durante mucho tiempo he compaginado la labor de atleta con la de entrenador, algo que creo que me ha ayudado a mantenerme en un buen estado físico”.
La escasa difusión mediática que se presta a sus logros le tiene “bastante molesto, sobre todo porque casi nadie se ha enterado de los éxitos del año pasado, cuando gané todo lo
que gané”, pero asegura que tampoco le presta demasiada trascendencia “porque lo que de verdad me importa es que cuando voy por la calle la gente no deja de pararme y darme ánimos. Los del barrio me pusieron hace mucho tiempo el mote de ‘correcaminos’ y lo llevo genial. Soy muy abierto, la gente me aprecia y eso para mí es lo más valioso”, presume.
Entre su buen estado de forma y los ánimos que le transmite la gente no parece haber quien le quite las ganas de seguir en la brecha. “Yo de pensar en la retirada, para nada. De hecho”, avanza para quienes recelen de sus propósitos que “si llego a los 90 años quiero hacer la Maratón de Madrid marchando”, algo que comulga de lleno con sus postulados porque reconoce que “siempre me ha gustado hacer barbaridades. De hecho, me hubiera encantado hacer un medio ironman o algo así, pero es que no he tenido dinero. He sido un fontanero calefactor y he hecho lo que he podido para poder salir a entrenar”, que desde luego no ha sido poco teniendo en cuenta su prolija hoja de servicios.
