El primer equipo femenino de Getasur cayó el pasado fin de semana en casa del actual líder del Grupo D, Adesal Córdoba (25-22), antes de la semana de parón en la competición que le deja el doble de tiempo para preparar un duelo que puede ser importante, puesto que recibe a Costa de Almería Deslumbrante, un equipo que solo ha sumado dos puntos en lo que va de liga (sábado 21, 19:30).
Tanto Getasur como Almería han arrancado la competición sin poder enlazar una dinámica claramente positiva que les separe de la zona de peligro, por lo que una victoria en este duelo directo les daría oxígeno para asentarse en la parte media de la tabla, poniendo además en problemas a un rival directo. Y es que solo un punto separa a ambos equipos después de cuatro jornadas.
En su compromiso ante Adesal Córdoba, las azules firmaron su carta de anotación más baja del curso, con 22 dianas, por lo que no rentabilizaron la que ha sido su mejor actuación defensiva (25), asentada especialmente en las aportaciones desde la portería de Andrea Viña y, especialmente, de Sandra Díaz.
A nivel individual, Sara Bustos fue la única jugadora que llegó a los cinco goles en un duelo en el que cuando corrían quince minutos en el cronómetro, Getasur solo había marcado dos veces y que, en la segunda parte, enlazó más de cinco minutos sin goles, momento en el que las cordobesas aprovecharon para sentenciar el duelo con un parcial de 3-0 para lograr una distancia que ya no pudo romperse, a pesar de que Getasur lo intentó hasta el final y redujo las diferencias.
EL MASCULINO SIGUE EN RACHA
Por su parte, el primer equipo masculino, sumó una nueva victoria en la segunda jornada de la Segunda Nacional, esta vez ante Leganés (26-37), que le dejó a solo dos goles de mantenerse como líder de la categoría.
Getasur dominó el marcador durante los sesenta minutos, pero no terminó de romperlo hasta el segundo acto, en gran medida gracias a una soberbia actuación en la portería de José Manuel Parra quien, con once paradas y una efectividad superior al 45%, en la que fue su despedida del equipo, al dejar Madrid por motivos laborales para regresar a su Lucena natal, dio aire a los suyos para ir ampliando sus márgenes.
