Agentes de la Policía Nacional han desmantelado un grupo criminal dedicado a la fundición de joyas y metales preciosos provenientes de robos en viviendas. Esto ha supuesto la detención de siete personas acusadas de receptación, blanqueo de capitales y pertenencia a grupo criminal, ha informado la Jefatura Superior de la Policía de Madrid este jueves. La investigación continúa abierta y los siete arrestados han sido puestos a disposición de la autoridad judicial.

Los robos los habían realizado en las localidades de Valencia, Sevilla, Dos Hermanas, Mérida y Alcorcón. Contaban con empresas en Turquía, Bulgaría, que les daban soporte a las españolas. También contaban con un empresa de compraventa de vehículos para introducir en el mercado los beneficios ilícitamente conseguidos.

La investigación comenzó en agosto del pasado año, avalada por un Juzgado de Parla, cuando los agentes tuvieron constancia de una descompensación de dinero proveniente de un establecimiento de compraventa de metal precioso situado en la localidad de Parla.

A raíz de estos hechos los policías descubrieron que las personas que componían la sociedad también eran propietarias de una empresa de compraventa de vehículos, la cual podría estar siendo utilizada para la introducción en el mercado de los beneficios obtenidos. Asimismo, contaban con empresas en otros países que les proporcionaban soporte a las nacionales.

Continuando con las pesquisas, los agentes averiguaron cómo operaban para la adquisición y posterior fundición del metal precioso. Los vendedores contactaban con el máximo responsable del grupo criminal y concertaban citas para la entrega de las joyas. Posteriormente las fundían y remitían a fundición alegando un origen legal y declarándolo ante el órgano policial.

Una vez que recibían el pago, retiraban el dinero en efectivo en grandes cantidades, no llegando nunca al límite exigible para su declaración ante el órgano tributario de control.

INGRESO DE UN MILLÓN DE EUROS EN CINCO MESES

Los agentes actuaron en el momento en el que se iba a realizar una entrega de metal noble en una joyería de Madrid, incautando 430 gramos de oro en piezas. Del estudio de las mismas, conocieron que provenían de la comisión de un robo en un domicilio. Su destino era la fundición inmediata lo que hubiera evitado su identificación y recuperación por parte de las víctimas.

Solo de febrero a junio los delincuentes ingresaron un millón de euros, que declaraban, pero no era acorde con el tiempo y características que llevaban el negocio. En agosto de 2022 contaban con 16 coches y en menos de un año tenían 27.

OCULTANDO LAS JOYAS EN UN CARRITO DE BEBÉ

En una segunda intervención, se incautaron relojes de marca y más de un kilogramo de oro en joyas divididas en bolsas ocultas entre las telas de un carrito de bebé. Parte de las mismas provenían de la comisión de cinco robos con fuerza en domicilios.

A raíz de estas intervenciones y gracias a las numerosas investigaciones, los agentes realizaron cuatro registros simultáneos en viviendas de tres localidades toledanas y en el establecimiento de Parla. Para ello, contaron con la colaboración de la unidad de Guías Caninos especializados en la búsqueda de billetes y del Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas (GOIT).

Los agentes requisaron 200.000 euros en efectivo, más de 1,5 kilogramos de oro, documentación contable, cajas fuertes, numerosas piezas de joyería hechas en plata, relojes de marca y elementos para la comprobación de los metales preciosos además de numerosa documentación contable.