El Team El Bicho-Pizzería Española-PHI de Fuenlabrada estará presente del 7 al 9 de julio en la Vuelta a Ávila, una de las pruebas más emblemáticas del calendario élite y sub-23 que no se disputaba desde el 2019. El equipo fuenlabreño estará integrado por Nicolás Galindo, Neo Martínez, Álex Ortiz, Víctor García, José Carlos Yagüe y Sergio Hidalgo.

La primera etapa, con salida y llegada en Ávila, presenta un recorrido corto pero explosivo que apenas contará con 100 kilómetros. La formación fuenlabreña saldrá con el objetivo de infiltrarse en la fuga del día, que se peleará mucho en los primeros compases de la prueba. La jornada contará con un único puerto, la ascensión al Alto de Riofrío (3ª categoría), que se afrontará por partida doble. La última de las dos subidas se coronará a 15 kilómetros de meta, lugar idóneo para que los corredores del equipo prueben fortuna y tiendan un pulso a un previsible pelotón reducido antes de llegar a la línea de meta.

La montaña tomará aún más protagonismo en la segunda jornada, que contará con un trazado muy sinuoso donde se acumularán más de 1.700 metros de desnivel positivo pese a contar con un único puerto puntuable. El equipo deberá estar alerta a los posibles cortes que se puedan producir durante los múltiples repechos del recorrido antes de llegar al Alto de Guisando (2ª categoría), una subida de más de 20 kilómetros que cuenta con una parte final muy exigente con una pendiente media próxima al 7%. Una vez coronada la ascensión restarán apenas 15 kilómetros para llegar a la línea de meta.

UN CIERRE DURÍSIMO

El primer final en alto llegará en la jornada de clausura, con un recorrido de suma dureza que incluirá los puertos más icónicos de la zona. Prácticamente de salida los corredores del equipo se toparán con el Alto de Mijares (1ª categoría), donde se espera un gran ritmo de salida para seleccionar el grupo principal tras 20 kilómetros de ascensión. Con la carrera rota, en el ecuador de la etapa llegará el encadenado de Pedro Bernardo (1ª categoría) y Serranillos (1ª categoría), más de 30 kilómetros en terreno ascendente que añadirán un extra de fatiga a los ciclistas. Tras el descenso, la carretera volverá a empinarse hacia arriba para afrontar el Alto de Moriscos (1ª categoría). A partir de ese momento restarán 20 kilómetros, siempre en terreno ascendente, que llevarán a los ciclistas de la formación fuenlabreña a completar la prueba.