La Comunidad de Madrid ha constatado, a partir de los datos recabados por la Dirección General de Salud Pública, que la situación epidemiológica de la gripe en la región responde a un pico estacional y no supone ninguna situación excepcional respecto a años anteriores, si bien se ha observado un adelanto de la epidemia respecto a periodos anteriores a la pandemia del COVID-19.
Tal y como ha explicado este miércoles 10 de enero, la consejera de Sanidad, Fátima Matute, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno, el sistema de vigilancia de enfermedades de declaración obligatoria (EDO) refleja que durante los primeros 7 días de enero se ha producido una ralentización en la velocidad de crecimiento de nuevos casos.
Hasta el pasado domingo, la tasa de incidencia de este virus se sitúa en 177 casos por cada 100.000 habitantes. En el periodo 2019-2020, el pico máximo se situó por encima de los 240, y fue superior a los 200 en 2018-2019 y 2016-2017.
Según el último Informe difundido por Salud Pública, al cierre de la semana epidemiológica 1 el número de casos notificados asciende a 12.011, un 5,7% más (687) que en la anterior. Por su parte, los acumulados en la temporada 2023-2024 se eleva a 37.860.
Por otra parte, ni la monitorización que se lleva a cabo desde la Administración autonómica, ni desde la estatal, está observando un aumento de la gravedad ni de la mortalidad como consecuencia de la gripe o cualquier otra causa.