Fernando Savater: «Si tuviera que resumir mi vida en una frase, sería esta: Una vez y no más»

Solamente en dos ocasiones al terminar una entrevista he sentido que no era posible expresar mejor la vida en una frase. Bueno, y en una entrevista. Una de ellas me la dio Pau Donés con una oración que se convirtió en lema de camisetas: «Vivir es urgente»; la otra me la ha dado el filósofo de nuestro tiempo, ante una pregunta, la última, con todas las posibilidades de obtener una respuesta fácil. Sin embargo, Fernando Savater, igual que en todas las respuestas, reúne inteligencia, saber, crítica y agudeza y una irrepetible manera de expresar lo intangible con tal alcance que emociona. El autor de Ética para Amador invita al pensamiento profundo con cada una de sus respuestas. Savater no opina simplemente porque pueda opinar. Ojalá la filosofía, del modo en que él la transmite sin pretenderlo, formara parte de gestos tan cotidianos como leer y ver las redes.

¿Podría la filosofía tener un papel relevante en la sociedad?
La filosofía nunca ha tenido una función relevante. Es relevante para las personas que se dedican a ella. Es decir, no es una solución de problemas sociales ni nada por el estilo. Es una ocupación que puede provocar satisfacciones o mejorar la vida de quien se dedica a ella, pero nada más.  La sociedad siempre ha estado tensionada, siempre ha estado polarizada. Eso que creemos de que vivimos en una época especialmente mala es una de las tonterías mayores.

¿No es especialmente mala?
No, es fácil recordar algunas incluso peores.

Hasta quienes se quejan seguramente no elegirían otro momento para vivir…
No nos queda más que el presente, es lo único que podemos vivir. Como todo el mundo. Nadie ha vivido más que en el momento en el que vive.  Si a mí me preguntas ¿tú crees que en el siglo XIV..?, pues no lo sé. La idea de comparar una situación con otra… Si me dices que elija entre tener cáncer o no, pues te respondo claramente que no.

¿En filosofía qué tiempo es el que prefiere?
El cielo de los filósofos es Grecia, que es donde se inventó el asunto. Alguien dijo que toda la filosofía occidental no era más que notas a pie de página de las obras de Platón.  Y algo de eso hay, los filósofos continuamos lo que se empezó en Grecia, que se inventó junto a la democracia, por cierto. Luego ha habido figuras destacadas y épocas como la Ilustración, especialmente prolíficas en cuanto a autores. Hoy ya no circulan los filósofos publicando tratados para la universidad, hoy circulan por las redes, están situados en un ágora diferente. Hoy el ágora no es la plaza pública, sino la plaza de internet.

¿Dónde se sitúa usted?
Yo di clases en la Universidad para ganarme la vida y ahora puedo decir que estoy felizmente jubilado y no tengo ambiciones de situarme en esas plazas.

Ha mencionado la palabra ‘redes’. Si se la digo, ¿qué me dice?
Me meto en algunas, pero las redes para mí no tienen una gran función. Internet sí, para localizar temas, de acuerdo con las aficiones que tiene uno. Para mí, las propuestas literarias y las propuestas hípicas, que soy muy aficionado a las carreras de caballos, sí son cosas que veo en las redes, pero la opinión de la gente no me interesa solo porque la pueda expresar.

Hablaba de la democracia, y en alguna ocasión ha dicho que siempre está en crisis, yo le pregunto ¿se puede hablar de una crisis sana o una crisis degenerativa?
Yo creo que la crisis está inscrita en la democracia. Una democracia no es algo para relajarse, sino para intervenir y de alguna manera comprometerse. Todo lo que indica compromiso es positivo. Ahora si la crisis es irse acostumbrando a la corrupción o al mal gobierno en general, entonces es degenerativa.

Se lo he escuchado en alguna ocasión, ¿se reafirma en que este es el peor gobierno el actual?
Sin duda es el peor que hemos tenido desde que se instauró la democracia. Lo peor que nos ha pasado es el gobierno actual.

Solo le diré un apellido: Ayuso
Es una figura política muy destacada, yo creo que lo está haciendo muy bien en Madrid; ha convertido Madrid en un punto de referencia. Ojalá toda España estuviera gobernada como lo está Madrid. Es una política liberal, pero coherente. No es simplemente liberal de labios para fuera, lo es en el sentido profundo del término y por tanto da prosperidad.

Periodistas, comunicadores, ‘opinadores’… ¿Alguno le molesta especialmente o no es más que un síntoma cultural?
Periodistas o influencer que me molesten no hay, porque uno se blinda muy fácilmente no haciendo caso o quitándose de en medio. No es obligatorio estar escuchando. A mí me parece que las cosas que dice por ejemplo el Gran Wyoming o gente así son tonterías, pero con no oírlo… Tampoco estoy obligado a escucharlo y que me perturbe, porque simplemente las cosas que no me interesan no las oigo y se acabó. Es verdad que a veces uno lamenta la decadencia de periódicos como El País, que han sido tan importantes e influyentes con razón en su momento y que están en decadencia. Eso lo lamenta uno, pero uno ha de buscar las mejores fuentes de información y preocuparse de que sean las mejores, no lo primero que le dicen, sino las más adecuadas.

¿Estamos preparados para esa búsqueda?
Por eso muchos hemos estado años luchando porque la educación mejore. Una democracia con ciudadanos maleducados o sin educación está siempre en peligro de degeneración. Por lo tanto, la educación y preocuparse porque la gente se esfuerce y se prepare mejor es fundamental, porque si la gente vive exclusivamente alimentándose de bulos y patrañas…

Si escribiera hoy El valor de educar, ¿lo cambiaría mucho?
Fueron libros escritos en un momento en el que no había una preocupación auténtica por la educación; la educación se consideraba que era una cosa que funcionaba porque tenía que funcionar, porque había que hacer algo por los niños, pero no había una preocupación por convertir la educación en una peana insuperable de la democracia. Poco a poco la importancia de la educación se ha ido reforzando, aunque hay países en las que está abandonada como España, con esa especie de fragmentación de la educación desde núcleos nacionalistas. Los nacionalismos son la desgracia de nuestro país. También perturban a la educación haciendo que no se pueda manejar el castellano o que las fórmulas históricas que se dan sean sesgadas.

Tampoco ayuda la cada vez mayor supresión de las humanidades..
Eso desgraciadamente es de Europa, la decadencia de las humanidades está pasando en toda Europa. Si quitas Francia e Italia, que son los sitios donde todavía se mantienen en el bachillerato. En Inglaterra no hay ningún tipo de Filosofía. Las humanidades están en crisis pero en otros lugares hay ciencia. El problema de España es que las ciencias tampoco funcionan. No es que la gente haya dejado de dedicarse al latín y al griego, es que en matemáticas tampoco funcionan…

¿Analfabetos de lo científico? 
En nuestra época no podemos decir que es más importante que la gente sepa griego a que sepa física, porque verdaderamente la ciencia es imprescindible para moverse por el mundo actual. Las humanidades son deseables, pero las ciencias son imprescindibles.

Pero llegar hasta el punto de decir ‘Filología Hispánica’ y que no sepan de qué hablas…
Eso es preocupante, el hecho de la decadencia… Es muy difícil si no se profundiza un poco en el lenguaje, en el uso de la gramática. Así tenemos lo que tenemos: el espectáculo político que la gente dice cosas que no entiende nadie o las entiende al revés, o las dice con interés torticero. Esas cosas, creo, que se podrían intentar atajar con una educación adecuada.

¿Está escribiendo alguna obra?
No, yo ya me he jubilado para eso. Yo ahora estoy con mis artículos para The Objective, que los hago para ganarme la vida, no tengo otra cosa. Necesito el vil dinero y hago un par de artículos semanales y con eso ya está; mis épocas de ensayista ya han pasado.

¿Entonces Carne gobernada se queda como el último ensayo?
Sí, me costó tanto hacerlo para un libro tan pequeñito como ese, sudé tanto para hacerlo que decidí que ya más libros no. Puedo reunir artículos que tengo y hacer un volumen, pero no es lo mismo hacer volúmenes que hacer un libro.

¿A cuál de sus obras tiene más cariño?
Bueno, en eso a veces los autores somos como los padres, al hijo tonto es al que más queremos. Hay libros, como Criaturas del aire, a los que siempre he tenido mucho cariño.

¿Es ese el libro el que más le gustaría que leyeran de su obra?
Bueno, la gente que lea libros útiles.

¿Cuáles?
Yo creo que dentro de lo que he hecho de divulgación, Las preguntas de la vida no está mal, creo que sirve como introducción a la filosofía, es una introducción a la filosofía bastante competente me parece a mí.

Entiendo por lo que me cuenta que podría vivir sin escribir sin problema alguno, pero ¿podría vivir sin leer?
Eso no, eso es imposible. Y escribir, en este momento, si me tocara la lotería y no tuviera que hacer los artículos, seguro que no escribiría pero ni una línea. Ahora, sin leer no puedo, no puedo vivir ni puedo pasar un día sin leer.

¿Existe alguna obra que le recomendaría a Sánchez y a Feijóo?
Los libros son una cosa en las que se desarrolla nuestra personalidad. Una biblioteca es como una farmacia, se encuentran remedios para muchos males diferentes, pero, claro, uno tiene qué saber de qué padece alguien para recomendarle un libro. No puedes ir a una farmacia y decir «Deme usted una medicina que me siente bien», porque te van a decir «No sé lo que le pasa a usted».  Los libros son una cosa muy particular, muy privada. Uno va descubriendo el tipo de lectura que le va bien y cambia de una época a otra; hay épocas que uno solo lee novelas y en otras prefiere los ensayos, luego se pasa a las biografías y a los diarios. Cambia uno mucho. Yo no me atrevería a convertirme en mentor de nadie para eso.

¿Es habitual cansarse de la novela cuando se ha leído mucha novela?
Depende de tu trabajo también, yo he tenido que leer mucho ensayo filosófico porque me dedicaba a eso. El trabajo me imponía una serie de lecturas, que en cuanto he dejado de trabajar, he dejado de leer. Ahora leo mucho más por capricho que por placer.

¿Qué es lo que más le gusta leer en el momento actual?
Yo he sido siempre muy de leer novelas de aventuras, de acción, de misterio; y ahora, como me puedo dedicar a ellas, es lo que más leo. Las lecturas fantásticas, la ciencia ficción me gusta mucho.

¿A qué autor vuelve siempre?
Los que he leído ya mucho los cambio por otros parecidos, porque no siempre voy a estar leyendo al mismo autor. Entonces siempre voy buscando autores que se parezcan a los que me han gustado. Si encuentro libros en la línea de Stevenson o Stephen King, procuro leerlos, porque son los que se parecen a lo que me ha gustado a lo largo de los años.

¿Cuáles diría que han sido sus mejores tiempos?
Los mejores tiempos de mi vida personal fueron los tiempos de la juventud; no tengo ninguna originalidad en eso. Cuando tenía veintitantos años tenía muchos problemas, pero también tenía muchas fuerzas para enfrentarlos. Cuando tenía la que fue el amor de mi vida, que murió, esa es la mejor época. Yo nunca he sido un profesional, he sido más bien un vividor. Una vez que perdí a mi mujer, que estoy dedicado a leer periódicos, no puedo decir que estoy en mi mejor momento.

Si puede resumir su vida en una frase, que ya sé que es casi imposible, ¿cuál sería?
Pues como bien dices es imposible, pero la frase sería: Una vez y no más.

 

 

 

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