Agentes de la Policía Nacional han detenido en Fuenlabrada a un fugitivo, buscado desde 2017, que tenía vigentes nueve órdenes de detención e ingreso en prisión interpuestas por diferentes juzgados de toda España, ha informado la Jefatura Superior de la Policía de Madrid en una nota de prensa.

Al arrestado le constaban un total de 29 detenciones, la mayoría de ellas por actividad criminal relativa a delincuencia organizada. El arrestado formaba parte, presuntamente, de una organización criminal dedicada no solo a cometer robos con fuerza, sino también robos con violencia.

Los delitos cometidos por esta banda destacaban por su alto grado de especialización, por el uso de medios técnicos avanzados y por su gran movilidad geográfica, llegando a actuar en prácticamente todo el territorio nacional.

CONEXIÓN DIRECTA CON OTRAS ORGANIZACIONES CRIMINALES INTERNACIONALES

La organización de la que formaba parte llegó a tal grado de sofisticación que incluso mantuvo conexión directa con otras organizaciones criminales de Europa del Este y de Sudamérica para la perpetración de robos con fuerza, especialmente en los que empleaban el ‘modus operandi’ de alunizajes, butrones y rififí.

La banda utilizaba lanzas térmicas, para lo cual sustraían vehículos de alta cilindrada que, una vez usados para perpetrar el hecho delictivo y asegurarse la huida, trasladaban a desguaces, donde alteraban sus números de bastidor, placas de matrícula y su respectiva documentación para evitar ser identificados. Se trataba de una organización cuyos miembros destacaban por su peligrosidad.

No solo no dudaban en ejercer la violencia física sobre sus víctimas, sino que también la empleaban sobre los agentes con el objetivo de eludir la acción policial. Tanto es así que en una de sus detenciones el fugitivo no dudó en embestir su vehículo contra uno de los agentes de Policía.

En una de sus detenciones el fugitivo no dudó en embestir su vehículo contra uno de los agentes de Policía

Tras obtener información sobre el paradero del investigado, los agentes se percataron de que apenas salía del domicilio donde se encontraba. Tan solo lo abandonaba en momentos muy puntuales. Cuando decidía salir, lo hacía durante un corto plazo de tiempo y solo por los alrededores de la vivienda, ubicada en Fuenlabrada.

Una de esas salidas se prolongó al acudir a un bar cercano al domicilio con algunos amigos, siendo en ese momento interceptado por los agentes y, finalmente, detenido. El fugitivo manifestó repetidamente no ser la persona buscada y portaba un permiso de conducir falso a nombre de otra persona, documento que usaba para moverse por la localidad sin miedo a ser capturado.