Getafe vive dos realidades paralelas. En el mundo de los mortales, de los obreros, currantes, contribuyentes, estudiantes, jubilados, empresarios, autónomos, población vulnerable y otras tantas familias se saca el día a día entre una inflación bestial y abrumadora. Desde los alimentos a las facturas del gas, la luz o los combustibles. Seguro que lo han notado en sus bolsillos. Todo es más caro y llegar a fin de mes se ha convertido en un ejercicio de funambulismo.

Esa realidad que vive prácticamente la totalidad de la población es ajena para la casta política getafense. La del Gobierno más caro de la historia y, también, el más hipócrita. Los que no iban a dejar a nadie atrás. Y es verdad que lo han hecho. Todo está atado y bien atado. Les faltó decir que se referían a sus amigotes, afines y enchufados.

Así, sin vergüenza ni pudor, el Ejecutivo de socialistas y comunistas, con la alcaldesa a la cabeza, se sacaba de la manga, a tres meses de las elecciones municipales, dos puestos más a dedo, de coordinadores, con un sueldo bruto de 110.000 euros entre ambos.

Ojo a las nomenclaturas de estos ‘carguitos’: Sostenibilidad y Movilidad Sostenible. Ancha es Castilla, como la inmoralidad de este Gobierno. Como el dinero público no es de nadie, que diría Carmen Calvo, pues venga a expoliar el bolsillo de los getafenses para las mamandurrias del partido, para mantener el cortijo socialista.

Mientras en el Hospitalillo de San José las colas del hambre aumentan y las familias hacen virguerías para llegar a fin de mes, en el Gobierno de Getafe la realidad es distinta, disparando el gasto político en enchufes a afines

¿Cómo sentará en el Hospitalillo de San José, donde las colas del hambre son cada día más grandes, que a escasos 100 metros, en el Ayuntamiento, sus señorías vivan a cuerpo de rey? En un contexto como el actual es indecente, deleznable e impúdico este uso del dinero del contribuyente para colocar a otros dos coordinadores más. ¡Pero qué locura es esta!

“¡Oh raciocinio has ido a cobijarte en los irracionales, ya que los hombres han perdido la razón!”. Hasta Marlon Brando, en la piel de Marco Antonio en la célebre ‘Julio César’ se escandalizaría de las puñaladas traperas del Gobierno de Getafe a la gente, al pueblo al que ha dado la espalda y trata como vulgares súbditos a los que esquilmar el bolsillo para seguir pagando la fiesta.

Una broma de mal gusto que ha durado ya ocho años, nada y más y nada menos. Y todavía la hoy alcaldesa, Sara Hernández, pretende estirar el chicle de las prebendas otros cuatro años más. ¿De verdad Getafe va aceptar y a resignarse a esta sinecura, de enchufes a granel; a ese uso de las instituciones de todos como juguete con el que atizar al adversario?

Todavía si ese medio millón de euros en gasto político tuviera un efecto en las calles, pero es que el deterioro y el abandono de la localidad madrileña va in crescendo cada día, siendo evidente hasta para el más necio que aún no se ha quitado la venda de este despotismo iletrado. Las urnas se abren en tres meses. Que sean ellas las que cambien estas fatídicas realidades.