El 31 de marzo de 2021 tomaba posesión como delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González. La socialista, acompañada del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, recogía el testigo de José Manuel Franco, que ponía rumbo al Consejo Superior de Deportes, donde ejerce actualmente como presidente y con un salario nada desdeñable.

Desde que González, la abanderada de Marlaska en Madrid, es delegada del Gobierno, la delincuencia no ha parado de subir en toda la región. Y especialmente en el Sur. No es que lo digamos nosotros, sino los propios datos del Ministerio del Interior, que en el último balance reflejaban como las infracciones penales habían subido un 24,6% en el primer semestre de este 2022 respecto al mismo periodo de 2021. ¿Y saben que ciudad está por encima de la media regional en material de delincuencia? Efectivamente, Alcorcón.

En Alcorcón, en dicho periodo, se incrementaron los ilícitos penales un 25,6%, aumentando tipos delictivos como las violaciones, el tráfico de drogas o los robos con fuerza en domicilios. Esos son los datos oficiales hasta ahora, como público y notorio fue el desgraciado tiroteo en una discoteca de la ciudad, que se saldó con un muerto por un disparo en la cabeza.

Con semejante panorama, alguien en su sano juicio podría pensar que las autoridades locales y nacionales, que comparten signo político además, estarían encerradas en un despacho, trazando un plan de actuación para combatir la delincuencia, para perseguir a los criminales o abanderar cambios en el Código Penal, que aumenten las penas a los bárbaros y les hagan disuadir de su conducta delictiva.

O los socialistas de Alcorcón han edificado una realidad paralela a los datos de criminalidad del propio Ministerio del Interior, que reflejan un aumento de la delincuencia del 25,6%, o simplemente toman por idiotas a los vecinos

Pero el PSOE es una especie de estado mental que se escapa fuera de toda lógica. Más en Alcorcón, donde se ha construido un socialismo beligerante, al margen de la realidad. Solo así se explica el acto de este pasado fin de semana, bajo el título ‘Socialismo es seguridad’, celebrado en el Centro Unificado de Seguridad (CUS) y que contó con la presencia del propio Marlaska, la delegada del Gobierno y la alcaldesa, Natalia de Andrés, condenada a cinco años de inhabilitación para administrar bienes ajenos de titularidad pública y privada por la quiebra de EMGIASA.

O los socialistas de Alcorcón han edificado una realidad paralela a los datos del propio Ministerio del Interior o simplemente toman por idiotas a los vecinos, que ven como esta legislatura, Alcorcón es poco menos que una ciudad sin ley, gobernada por una alcaldesa condenada y donde los delincuentes campan a sus anchas. Insistimos, lo dicen las estadísticas y los propios tribunales. No es una invención. El socialismo, al menos en Alcorcón, es sinónimo de inseguridad, y defender lo contrario es tomarle el pelo a los ciudadanos.