La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, entretiene con sus frases disparatadas a los españoles mientras con su nefasta gestión amenaza con arruinar al país. Ésta es la última de sus frases célebres: “Hay quienes quieren estar en misa y replicando”. Ahí queda eso.
La frase se une a otras muchas en las que dejaba bien claro, si no su sabiduría, sí su desparpajo. Cosas le hemos escuchado como que los niños de Madrid no saben lo que es el horizonte, o que los ricos tienen preparada su huida en cohetes para escapar del planeta, del Metaverso y de sus mansiones o fortalezas porque en la Tierra “nos vamos al carajo”.
Las cosas de Yolanda Díaz mueven a la risa unas veces, y a la compasión otras, las menos. Pero el problema es que todo este postureo ridículo no hace otra cosa que esconder el hecho de que la gestión de esta vicepresidenta es nefasta y supone un peligro para la estabilidad económica y política de España.
Un ejemplo reciente: el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), que depende del Ministerio de Díaz, ha licitado la realización de un informe en el que se analice qué puestos de trabajo están más expuestos a los efectos del cambio climático. Según publica el digital Libre Mercado, se trata de 30.000 euros (IVA incluido), algo así como ‘el chocolate del loro’, pero que deja a las claras a qué cosas dedica este Gobierno y esta vicepresidenta el dinero de nuestros impuestos.
La justificación que dan desde el Ministerio para poner iniciar el expediente de contratación debería llevar a sus responsables a morirse de la vergüenza. Según se lee en dicho expediente el INSST “no dispone de los medios personales ni materiales necesarios para ejecutar las prestaciones que se pretenden contratar”, añadiendo que “sólo las empresas del sector pueden ejecutar dichas prestaciones de manera eficaz”.
Yolanda Díaz no sabía explicar, en aquella fatídica rueda de prensa con motivo de la covid-19, qué es un ERTE. El ministro Escrivá salió en su auxilio como pudo ante unos periodistas que sabían perfectamente qué es un ERTE, quedando entonces claro que la única en aquella sala que no lo sabía era precisamente la ministra.
Pero todas esas lagunas no han sido obstáculo para que Yolanda Díaz haya metido al país en auténticos líos económicos. Ella se inventó, o le inventaron sus asesores, una nueva categoría laboral, los ‘fijos discontinuos’, trabajadores en paro que no computan como tales, aunque cobran la prestación por desempleo.
Y lo peor es que Yolanda Díaz no está sola en este Gobierno tan disparatado a la hora de decir barbaridades impensables.
Ahí tenemos, sin ir más lejos, a un flamante ministro de Cultura, Ernest Urtasun, que, mira por dónde, es portavoz de Sumar, la propuesta política que Díaz tiene organizada para fagocitar a los de Podemos.
Urtasun anunció el pasado lunes un proceso de revisión de las colecciones de museos estatales para “superar un marco colonial anclado en inercias de género o etnocéntricas”. Un proceso que, según aseguraba el ministro, ya se estaría produciendo en dos museos estatales.
Y cualquiera que piense, por ejemplo, en las colecciones del Museo del Prado, se podría preguntar dónde y cómo encontrar el ‘marco colonial y etnocéntrico’ de las obras de Velázquez, de Goya de Rubens, de Murillo…
Este es un Gobierno que nos tiene entretenidos mientras nos arruina. Yolanda Díaz lo ha dicho: ‘está en misa y replicando’.