Marcos Toro, director de la adaptación de ‘La villana de Getafe’, ha emitido un comunicado a raíz de la controversia generada por el comunicado de VOX, donde defiende el trabajo realizado y condena “que se haga uso de la cultura para confundir y crear desasosiego ante la mirada inocente de una ciudad y sus ciudadanos”.

A su juicio, es “miserable y desconsolador el uso electoralista y polarizador que se está utilizando para asustar a Getafe y la nación”, rechazando la “suciedad y hostilidad con la que se ha insultado al Ayuntamiento de Getafe”, al cual agradece que no haya interferido en las decisiones de dirección. “Agradezco la confianza, la libertad y la valentía del Ayuntamiento”, del que “espero siga respaldando la cordura y la elocuencia de la persona que se ponga en la dirección de este trabajo”.

Asimismo, quiere dejar claro a “los afines de VOX, que no hay maldad en la ejecución de mi propuesta. Cierto sector unido a VOX considera insano mostrar símbolos que forman parte de la naturaleza y que la humanidad ha utilizado para referirse a la fertilidad y a la sexualidad”, negando que hubiera “incomodidad entre el público”, y aunque “así fuera, esa incomodidad también forma parte de nuestro trabajo”.

Por otro lado, con respecto a las estatuas “que tanto escandalizan a VOX”, Marcos Toro lo circunscribe a “una interpretación del jardín del palacio en el que imagino a la Doña Ana del siglo XXI, una especie de Versalles con esculturas modernas, vanguardistas sexuales que definen el carácter de este personaje: empoderada, transgresora y valiente”.

No obstante, reconoce que “por supuesto que Lope de Vega no utiliza imágenes ni palabras de evidencia sexual en la obra”, pero eso es debido a que “le hubiera condenado y torturado la Inquisición”, recalcando que “en sus textos existen tríos amorosos, infidelidades y un sinfín de sucesos que no escribe de forma explícita, pero que son obvios y tienen que ver con la naturaleza sexual del individuo”.