Unal festeja su gol ante el Real Madrid (foto: Getafe CF)

El Getafe ha empezado 2022 tal y como despidió 2021, es decir, ganando delante de sus aficionados en el Coliseum por 1-0. El 19 de diciembre pasado fue ante Osasuna y este domingo 2 de enero ha sido nada menos que frente al líder Real Madrid, que ha comprobado de primera mano cómo se las gasta el colectivo de Quique Sánchez Flores, rocoso a más no poder en tareas defensivas e inaccesible en su estadio.

El único gol del encuentro ha llegado bien pronto, en el minuto 9, cuando Enes Unal ha sacado partido de un garrafal error de Militao para plantarse ante Courtois y batirle con suficiencia(1-0). Quedaba un mundo, pero la suerte del encuentro estaba ya echada.

A partir de ahí, el conjunto azulón se ha batido el cobre a conciencia para contrarrestar la réplica del Real Madrid, que en sus mejores minutos del partido ha dilapidado un par de ocasiones manifiestas para restablecer la igualada. Ambas han llevado la firma de Modrid, que en una de ellas ha obligado a Soria a realizar un paradón y en la otra a enviado el balón al travesaño.

Poco a poco, sin embargo, el Getafe ha ido desactivando a su oponente gracias a una insistente presión que a punto ha estado incluso de rendirle rédito a través de Sandro, aunque al descanso se ha llegado con la corta pero sustanciosa ventaja local.

UNA DEFENSA INABORDABLE

Ni siquiera los cambios de la segunda mitad han variado sustancialmente el ritmo del encuentro, que marchaba por donde más convenía a los de Quique, y las previsibles acometidas del Real Madrid han sido casi siempre abortadas por la bien pertrechada zaga azulona. Y cuando no ha bastado con eso, ha aparecido la figura de Soria para detener un cabezazo de Isco ya en el tramo postrero del duelo.

Coincidiendo con el pitido final, una explosión de jubilo se ha apoderado del Coliseum. No era para menos, ya que los números del Getafe en los últimos tiempos empiezan a ser más que notables. De su solvencia defensiva da buena prueba el hecho de que solo ha encajado un gol en los seis últimos compromisos. Y de su solidez como local, baste reseñar que sus cinco últimos duelos en el Coliseum se han saldado con cuatro victorias y un empate. Lógico que la amenazante sombra del descenso, aunque siga ahí, aparezca más difuminada cada jornada que pasa.