A la tercera ha llegado el primer triunfo del Getafe en la presente campaña, una victoria sufrida por la que ha tenido que aguardar hasta el tramo final pero que ha sido tremendamente celebrada en el Coliseum.
Un penalti de Abqar sobre Latasa ha sido transformado con enorme solvencia por Mayoral en el 83′ y a partir de ahí el equipo azulón ha sabido defender como estila ventajas de este tipo para sumar tres puntos de enorme valor, especialmente a nivel anímico.
La primera parte, como cabía esperar, ha estado marcada por una intensa brega en el centro del campo que ha evitado un significativo caudal de ocasiones, aunque alguna reseñable ha habido, especialmente una de Mayoral en el 26′, que tras interceptar una cesión de Guevara ha logrado sortear con apuros a Civera, pero su remate, ya muy escorado, se ha estrellado en la madera.
DOMINIO VISITANTE TRAS LA PAUSA
Tras el descanso ha salido mejor plantado el Alavés, que se ha acercado con cierto peligro hasta el marco local. Guridi ha cabeceado alto en el 56′ cuando estaba en inmejorable posición, si bien la más clara de los vitorianos ha llegado a la salida de un corner en el 64′, cuando Soria ha sacado junto al palo un testarazo de Abqar tras tocar ligeramente en Juan Iglesias.
Los cambios, sin embargo, han mejorado al Getafe, que con la entrada de Alderete, Portu y Aleñá ha recuperado claramente la iniciativa. Duarte ha estado a punto de embocar en el segundo palo un balón peinado por Gastón a la salida de un córner (76′) y poco después llegaba la acción decisiva del encuentro al intervenir el VAR por un codazo de Abqar a Latasa. Martínez Munuera ha señalado penalti tras acudir al monitor y Mayoral ha convertido el único gol del encuentro.
Alderete y Aleñá han podido aumentar la renta azulona en el tramo final mientras el Alavés apenas encontraba resquicios en la bien pertrechada zaga azulona. De hecho, el único sobresalto para Soria ha llegado a la salida de un saque de esquina, cuando el conjunto vitoriano ha reclamado un posible penalti de Djene por un manotazo en el rostro de Guridi.