Jarro de agua fría para la economía española, pese a la «robustez» que estaba vendiendo el Gobierno de PSOE y Podemos en los últimos meses. Y es que este jueves, el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha rebajado en 1,7 puntos el crecimiento del PIB durante el segundo trimestre de 2021, siendo finalmente del 1,1% y no del 2,8%, como se había previsto.

La economía creció menos de lo esperado entre abril y junio de este año, en parte por las menores ventas de las empresas y el menor consumo de los hogares. Y eso sin tener en cuenta el impacto del recibo de la luz en la economía familiar y empresarial, pues la tarifa se modificó el 1 de junio.

Este dato puede echar al traste las aspiraciones del Gobierno de España, lo que afectará a la negociación de los Presupuestos Generales del Estado para 2022, y hará necesaria una extensión de los ERTE, dada la debilidad de las empresas españoles, aún golpeadas por la crisis. Esto podría suponer, pues, un mayor aumento del gasto público del que había previsto.

Eso sí, en tasa interanual, el PIB se disparó un 17,5% tras el parón sufrido en 2020 y en el primer trimestre de este año por el impacto de la pandemia. Esta tasa es 21,7 puntos superior a la del primer trimestre y es la más elevada de la serie histórica, aunque se encuentra 2,3 puntos por debajo de la estimada inicialmente por el INE (19,8%).

«Es un período de grandes y rápidos cambios en la evolución a corto plazo de la actividad económica que, tanto por su origen como por su magnitud, suponen un desafío estadístico sin precedentes», señala el INE, para explicar el porqué de esta rebaja.

Por su parte, el Ministerio de Asuntos Económicos y para la Transformación Digital ha destacado en un comunicado que, aunque la revisión del INE supone un menor crecimiento en el segundo trimestre respecto a la estimación preliminar, «los indicadores muestran que economía ha comenzado a recuperarse desde marzo y está evolucionando de menos a más en los últimos meses».