Imagen del partido entre el Partizán y el Fuenlabrada (foto: Baloncesto Fuenlabrada)

La ocasión era muy especial y el Partizán convirtió la visita del Baloncesto Fuenlabrada a Belgrado en un acontecimiento conmovedor y fascinante a partes iguales. El abrumador ambiente habitual del Stark Arena se trasladó a otro escenario tan emblemático de la capital serbia como el estadio del complejo Tasmajdan, un espectacular recinto al aire libre en el que belgradenses y fuenlabreños disputaron un amistoso marcado por la entrañable relación que une a ambos equipos desde 1992.

Lo de menos fue el resultado, que como cabía esperar favoreció al Partizán por un amplio 93-63. Los de Obradovic cuentan con un enorme potencial en su plantel, tal y como pudo apreciarse sobre la cancha, pero a buen seguro el partido le vino de maravilla a Toni Ten para ir afinando la puesta a punto de los suyos de cara al arranque de la competición oficial.

Al margen del apartado deportivo, lo que sin duda se lleva el Fuenlabrada de esta visita es el tremendo cariño que se le tiene entre los aficionados del Partizán, que abarrotaron las gradas del estadio y crearon un extraordinario ambiente en el que no faltaron ni las bengalas ni las pancartas y los cánticos en favor de su anfitrión durante aquella histórica temporada en la que el conjunto serbio conquistó la Copa de Europa con la complicidad del pabellón Fernando Martín.

«Hay imágenes que se te quedan grabadas para siempre, y de hoy nos llevaremos unas cuantas en el corazón», indicaba el club fuenlabreño a través de sus redes sociales tras una visita a Belgrado que a buen seguro será recordada durante mucho tiempo.