Ya avisamos que septiembre se presentaba negro para la economía doméstica, con la luz y la gasolina copando precios descontrolados. Una tendencia alcista que repercute en el maltrecho bolsillo de las familias, pues esto ha disparado la inflación y con ello el coste de la vida.

Y es que de repercutir va el asunto. Máxime cuando en una entrevista reciente en Televisión Española, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, decía: “No es aceptable que las empresas energéticas estén obteniendo beneficios extraordinarios. Aprobaremos nuevas medidas para detraer esos beneficios y redirigirlos a los consumidores, topando el recibo del gas y rebajando la factura de la luz”. ¿La respuesta de éstas? Nuevo máximo histórico de la luz, con un pico de 188 euros Kw/hora, y subiendo. ¿Y quién lo pagará? Pues el de siempre: Usted.

En una economía de mercado como es la española, hasta que Sánchez diga lo contrario y lo consintamos, los anuncios populistas no son muy bien acogidos por empresas e inversores. Claro que es el precio a pagar por el Despotismo en absoluto ilustrado que practica el presidente. La jugada es evidente, pues esto de “detraer” es ilegal (ahí están los artículos 31 y 33 de la Constitución). Los culpables serán los jueces que tumbarán la medida como tantas ilegalidades ya han tumbado, y el Gobierno tendrá a sus chivos para seguir su fiesta.

Así funciona la lógica ‘Sanchista’, quien al estilo dictador bananero al grito de: “¡Exprópiese!”, reacciona siempre tarde y mal a los problemas que afectan a sus jefes, los españoles. Porque no olvidemos que Sánchez, como cualquier otro político, del primero al último, está a nuestro servicio. Y si lo han olvidado es el momento de recordarlo. Cada uno como buenamente pueda.

Del mismo modo, conviene evocar que dos tercios de la factura de la luz y la gasolina son impuestos. Dos tercios, se dice pronto. El Estado y su maquinaria se engrosan sus buenos euros que luego no repercuten sobre el conjunto de la ciudadanía. Si acaso las migajas. Porque hay una fiesta mayor, la de los 23 ministerios y miles de asesores, que hay que pagar. Y en esas estamos.

De modo que anunciaba la suspensión del impuesto del 7% a la producción eléctrica hasta final de año y rebajar el impuesto especial a la energía del 5,1% al 0,5%, que es lo mínimo que exige la legislación comunitaria. El Ejecutivo y su aparato mediático llevaban meses diciéndonos que no se podían bajar más los impuestos a la energía, que era cosa de Europa. Pero con el paso de los meses y la ruina de los españoles, se ve que sí. Luego nos han vuelto a mentir, y no será la última vez, desgraciadamente, como ya ocurrió con el IVA de las mascarillas.

Todavía habrá que dar las gracias -nótese la ironía- a ‘Su Sanchidad’ por este tipo de tretas. Un presidente que en la misma entrevista dejaba la siguiente perla: “Aquí hemos vacunado a todo el mundo y no les hemos preguntado a quién votan”. ¿Quería decir el jefe del Ejecutivo que en algún momento se plantearon vacunar a la población en función del voto? ¿Pero qué barbaridad es esta?

Como decía Marlon Brando en la piel de Marco Antonio, en la célebre película Julio César: “¡Oh raciocinio has ido a cobijarte en los irracionales, ya que los hombres han perdido la razón!” .Y es que conforme las encuestas van en picado para el ‘honrado’ Sánchez, éste va perdiendo escaños y la razón con salidas como las dos anteriores. Pero nunca es tarde para recuperar o hacer recuperar la cordura.