Imagen de la nueva pista del pabellón Prado Santo Domingo

El Club Patín Alcorcón respira al fin aliviado después de más de cuatro meses en los que ha estado en juego incluso su supervivencia. La no disponibilidad por obras desde el pasado octubre del pabellón cubierto de Prado Santo Domingo y las malas condiciones de la pista exterior del recinto, plagada de grietas, abocaron a los 250 deportistas de la entidad alfarera a una situación límite que parece estar por fin en vías de solución.

La denuncia pública efectuada a través de medios de comunicación como Al Cabo de la Calle, que en su edición impresa de la pasada semana daba cuenta de la gravedad del problema, ha resultado fundamental para que el Ayuntamiento de Alcorcón haya tomado cartas en el asunto agilizando los trabajos que se venían desarrollando. De hecho, este pasado fin de semana anunciaba la finalización de las obras en la cancha bajo techo, mientras que la pista exterior estará también arreglada a lo largo de la presente semana.

La noticia ha resultado balsámica para el club, que ve por fin luz al final del túnel y podrá recuperar buena parte de la normalidad perdida durante más de media temporada. Así lo entiende su presidente, Carlos Díaz-Maroto, que en primer lugar ha querido trasladar su “agradecimiento al Ayuntamiento, y sobre todo a Cande, Miguel Ángel y Julián por haber podido terminar esta obra. Sabemos que ahora mismo somos unos privilegiados porque hay otros clubes que lo siguen pasando mal”, recordaba.

«HEMOS LLEGADO A ESTAR AL LÍMITE»

No ocultaba, en cualquier caso, el dirigente de la entidad alcorconera que “hemos llegado a estar al límite. Yo mismo, al igual que muchos niños, he caído enfermo por estar todos los días a la intemperie. Ha habido, además, muchas lesiones y la situación estaba siendo tan insostenible que llegamos a plantearnos el cierre del club”, admitía abiertamente.

Al final, sin embargo, consiguieron aguantar “como buenamente hemos podido y por eso quiero agradecer el impulso final que ha dado el Ayuntamiento a la obra, pero sobre todo el enorme esfuerzo y sacrificio de mis deportistas y familiares, que han aguantado carros y carretas. Esperemos que a partir de ahora todo sean alegrías”, deseaba.

La primera impresión de la nueva cancha de juego “es que es una pista muy chula y se patina bastante bien. Todavía no hemos podido probarla todos, pero los dos o tres equipos que la han utilizado dicen que está bastante bien”, indicaba antes de reconocer que siente “una enorme sensación de alivio porque habíamos llegado a un punto casi de no retorno”.