La capacidad del Montakit Fuenlabrada para aferrarse a los partidos adquiere tintes sobrenaturales, pero más asombroso aún es su porcentaje de triunfos precisamente cuando lleva los duelos al límite y acaban decantándose en los últimos instantes. Es ahí donde no tiene rival en la presente edición de la Liga Endesa. El colectivo fuenlabreño es el indiscutible rey de los finales apretados y por ahí se justifica su descollante estadística, que incluye 13 triunfos por 8 derrotas y que le sitúa a un solo triunfo del segundo clasificado.
Números en mano, 11 de los 21 partidos disputados hasta la fecha por el Montakit se han dilucidado por una ventaja igual o inferior a 6 puntos. Y lo absolutamente portentoso del caso es que los de Néstor García han salido airosos nada menos que en 10 de ellos. La única mácula a su intachable palmarés aconteció en San Sebastián, donde acabó cediendo frente al Delteco GBC (81-76).
Pero todos los demás desenlaces marcados por la incertidumbre los ha desnivelado a su favor. Y cuando una circunstancia de este calado se repite tan a menudo y frente a adversarios de tan distinto pelaje es que la fe del Fuenla en sus posibilidades es ilimitada. Casi tanto como el carácter ganador que destilan sus jugadores, ya que las canastas decisivas en esta decena de compromisos han tenido varios firmantes. Unas veces Popovic, otras Cruz, alguna Eyenga, e incluso Vargas, letal en los últimos segundos el pasado fin de semana ante Obradoiro a la hora de ejecutar los tiros libres.
A la conclusión del duelo en Fontes do Sar, el propio Néstor García admitía la circunstancia de que “hemos ganado muchísimos partidos apretados”, y lo achacaba a la idiosincrasia del propio equipo, “que tiene mucho temple a esa altura final y siempre tenemos claro más o menos para quién tenemos que jugar dependiendo del partido. Cuando un equipo gana tantos partidos apretados”, sostenía, “eso significa que también tiene carácter. Y eso sin olvidar que a veces también cuenta la fortuna, aunque lo verdaderamente bueno es que el equipo suele llegar tranquilo a los finales apretados”.
La 13ª victoria del curso, que llegó en una cancha tan complicada de asaltar como la del Obradoiro, fue tremendamente sintomática de la dureza mental del Montakit, ya que superó varias adversidades en forma de lesiones de jugadores referentes (Sekulic y Popovic) siendo O’Leary, Cruz y Vargas quienes más sobresalieron dentro del buen tono general.
Y a la vuelta de la esquina espera nada menos que uno de los clásicos por excelencia del baloncesto madrileño, ya que el Fuenla recibe este sábado a las 19.00 horas al Movistar Estudiantes. En la primera vuelta el resultado fue de 69-71, así que la cosa invita a pensar en otro de esos finales apretados en los que el colectivo fuenlabreño se mueve como pez en el agua.
